SOFIA, 26 (AFP-NA). - Las pruebas de ADN confirmaron
que Sacha y Atanas Rusev, una pareja de gitanos de Bulgaria, son
los padres de la pequeña María, la niña rubia descubierta en un
campamento de esta comunidad en Grecia.
"Las pruebas de ADN demostraron que Sacha Rusev es la madre
biológica y que Atanas Rusev es el padre biológico de la niña
llamada María", explicó Svetlozar Lazarov, secretario general del
ministerio del Interior encargado de la comunicación.
María, apodada por los medios "El ángel rubio", fue descubierta
el 16 de octubre en un campamento de gitanos en el centro de
Grecia, en Farsala, cerca de Larissa, durante un registro de
rutina de la policía.
Las autoridades griegas pidieron ayuda a Interpol para
descubrir la identidad de la niña de cuatro años.
"Los padres aseguran que dejaron a su hija para que fuera
criada en Grecia por la gente con la que habían trabajado",
precisó el ministerio búlgaro en una breve declaración ante los
periodistas.
Sacha, de 38 años, y Atanas Rusev, de 35, se encontraban en
Grecia "para la colecta de pimientos, ilegalmente y sin contrato
de trabajo", indicó a la AFP un primo, Anton Kolev, que, como los
Rusev, vive en el campamento de gitanos de Nikolaevo, en el centro
de Bulgaria.
Esta historia ha puesto de manifiesto la situación que sufre la
minoría étnica más importante de Europa, integrada por unos 12
millones de personas, según el Centro Europeo para los Derechos de
los Roma (ERRC).
La miseria, las grandes dificultades de escolarización para los
niños y los estereotipos, como el del gitano secuestrador de
menores, forman parte de su día a día.
El futuro de Sacha y Atanas, así como el de María, es incierto
y el ministerio del Interior remitió a "una investigación
preliminar sobre el caso contra S.R., sospechosa de haber vendido
a su hija en Grecia en 2009".
Si durante la investigación se demuestra que el bebé fue
vendido, Sacha Rusev se enfrentaría a una pena de cárcel de entre
uno y seis años y a una multa de entre 2.600 y 7.700 euros.
En caso de que los padres fueran detenidos, los servicios
sociales se harían cargo de los otros nueve hijos de la pareja,
precisaron las autoridades búlgaras.
Estas autoridades están "trabajando con los servicios
competentes griegos" para saber si María volverá a Bulgaria,
indicó Svetlozar Lazarov.
En Atenas, las autoridades no han comentado esta decisión.
Un representante de la asociación "La sonrisa de un niño", que
se está ocupando de la pequeña, declaró a la AFP que respetarán
"la decisión del fiscal, sea cual sea".
Sacha Rusev afirma desde el principio que entregó a su hija a
una pareja de gitanos en Grecia ya que no tenía documentos de
identidad para el bebé ni el dinero suficiente para criarla.
Algunos vecinos de la familia cuentan cómo Sacha Rusev se echó
a llorar al ver por televisión a María, aunque otros aseguran que
la pequeña fue vendida. "Recibieron 200 a 300 euros que les
sirvieron para regresar a Bulgaria", explicó un vecino que también
trabajó en Grecia.
Las autoridades griegas inculparon el 21 de octubre a una
pareja de gitanos de 39 y 40 años por "secuestro" y ordenó su
detención a la espera de que se celebre un juicio.
Este caso provocó una oleada de emoción en el mundo y fuertes
críticas en Grecia sobre la adopción, mientras que las
organizaciones no gubernamentales pidieron a los medios que no
caigan en estereotipos.