Editorial

Hacia la paridad de género

A esta altura, cuando avanza la cuenta regresiva para un nuevo Día Internacional de la Mujer que se conmemora cada 8 de marzo, comenzó a surgir nueva información para alimentar el debate sobre la cuestión de género que ganó visibilidad en los últimos años. Paridad es el concepto que se acopló al del género para instalar en la agenda pública la necesidad de avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa entre hombres y mujeres. 

Un nuevo informe del Banco Mundial refleja que el marco regulatorio para la participación económica de la mujer ha mejorado en los últimos dos años con 40 economías que implementaron 62 reformas las cuales ayudarán a las mujeres (la mitad de la población mundial) a alcanzar su potencial y contribuir al crecimiento y desarrollo económico. Aún así, los resultados son desiguales: las mujeres en muchos países tienen solo una fracción de los derechos legales de los hombres, lo cual frena su desarrollo económico y social.

El estudio "Mujer, Empresa y el Derecho de 2020" analiza 190 economías haciendo un seguimiento de cómo las leyes afectan a la mujer en diferentes etapas de su vida laboral, tomando en cuenta las leyes aplicables a la principal ciudad de negocios. El estudio cubre diferentes reformas realizadas desde junio de 2017 hasta septiembre de 2019 en ocho áreas asociadas con el empoderamiento económico de la mujer.

El presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, consideró que los derechos legales de la mujer son lo correcto y lo favorable desde una perspectiva económica. En tal sentido, subrayó que cuando las mujeres logran movilizarse con mayor libertad, trabajar fuera del hogar y administrar activos, es más probable que se unan a la fuerza laboral y ayuden a fortalecer la economía de su país.

De acuerdo al reporte de la entidad, en las áreas de Trabajo y Matrimonio también se dieron varias reformas especialmente a través de la implementación de leyes que protegen a las mujeres contra la violencia. En los últimos dos años, ocho economías promulgaron por primera vez leyes en materia de violencia doméstica. Igualmente, siete economías adoptaron protecciones legales contra el acoso sexual en el trabajo.

En el área de Remuneración, 12 economías mejoraron sus leyes eliminando restricciones en las industrias, el tipo de empleo y las horas en que la mujer puede trabajar. A nivel mundial, las reformas más populares tuvieron lugar en las áreas relacionadas con Parentalidad; 16 economías promulgaron cambios positivos. Dichas reformas incluyeron: el aumento en la licencia de maternidad remunerada establecida para las madres; la introducción de la licencia de paternidad remunerada y la prohibición del despido de empleadas embarazadas

Para lograr la igualdad legal de género se requiere una enérgica voluntad política y un esfuerzo concertado entre los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, entre otros. Sin embargo, las reformas legales y regulatorias pueden servir como un catalizador importante para mejorar la vida de las mujeres, así como la de sus familias y comunidades.

El índice de WBL (Women, Business and the Law, por sus siglas en inglés) mide únicamente las leyes y regulaciones formales que rigen la capacidad de una mujer para trabajar o tener negocios propios en tanto que las costumbres sociales y prácticas no son consideradas. La puntuación promedio global fue de 75,2; el cual mejoró ligeramente en comparación al de hace dos años de 73,9. Sin duda, aún queda mucho trabajo por hacer ya que las mujeres en muchos países solo tienen una fracción de los derechos legales de los hombres, lo cual limita sus oportunidades de empleo y emprendimiento.

Las ocho áreas analizadas por el índice están estructuradas conforme a la interacción que tiene la mujer con la ley a través de su carrera: Movilidad, Trabajo, Remuneración, Matrimonio, Parentalidad, Emprendimiento, Activos y Jubilación.

En el área de Parentalidad se necesitan reformas urgentes, debido a que este indicador obtuvo un promedio de solo 53,9. Según el informe, en casi la mitad de las economías que ofrecen cualquier forma de licencia de maternidad remunerada y quien lleva esta carga es el empleador, lo cual genera mayores costos al contratar una mujer. No obstante, la licencia de maternidad remunerada puede ayudar a retener a la empleada en su puesto laboral, reducir el costo de rotación y mejorar la productividad. Según el estudio, estos beneficios a largo plazo podrían sopesar cualquier otro tipo de costo a corto plazo para los empleadores.

De las diez economías que más progresaron, seis están en Oriente Medio y Norte de África, tres están en África subsahariana y una en de Asia meridional. Si bien hubo mejoras considerables, el Oriente Medio y Norte de África sigue siendo la región con mayor margen para mejorar. Y gracias a las recientes reformas en licencias de paternidad, ahora ocho países tienen una puntuación de 100 en el índice: Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Letonia, Luxemburgo y Suecia.










Autor: REDACCION

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