Suplemento Economía

Hablemos de finanzas personales: el ahorro

Decidido a encarar un tema que me apasiona y que creo es de utilidad para todos es que me he propuesto escribir en algunas reflexiones sobre algo que debemos tener siempre presente: las Finanzas Personales, es decir el manejo que las personas y las familias realizan del dinero.

Hoy les propongo tratar un gran tema, El Ahorro. Para algunos, algo fácil de hacer, para otros un imposible (aunque veremos que no lo es) o directamente algo que ni se tiene en cuenta.

Dicen que la clave del éxito de la gente rica es el ahorro y la renta que este genera. Pero si bien a cualquiera le gustaría ser rico (y el que lo niegue a mi humilde entender está mintiendo), puede ser uno de los motivos por los que ahorramos, pero también es un gran medio para enfrentar imprevistos, darse gustos, asegurarnos cierta estabilidad económica (pensá en tu jubilación), dar educación a los hijos, entre otras. Todos comprendemos los beneficios que trae el ahorro.

Uno puede ahorrar cuando los ingresos son mayores que los gastos. De esos ingresos, un porcentaje o monto fijo se destinará al ahorro. Esto, hecho en forma regular, permanente y con disciplina nos llevará a generar un fondo que se incrementará y mucho más si el dinero ahorrado es invertido en productos financieros, inmuebles, moneda extranjera, emprendimientos productivos, entre otras. Los medios de ahorro es un tema que trataremos en otra entrega.

Como dijimos con anterioridad, hay gente que ahorra sin problemas porque sus ingresos son mayores que sus gastos y tiene en claro la importancia de ahorrar. Hay otros que ahorran haciendo un esfuerzo, pero tienen muy en claro la importancia de ahorrar. Y hay gente que no ahorra ya que sus ingresos son menores que sus gastos o bien no tienen en claro lo clave que es el ahorro y estiran sus gastos. Claro, estiran sus gastos, es decir cada aumento de sus ingresos viene acompañado de un aumento de gastos que se podrían denominar no necesarios. Ejemplos de esto: con el aguinaldo me compro un TV de 21,6 pulgadas para cambiar el de 20, me aumentaron el sueldo y me compro 2 packs más de cerveza importada por mes o me voy de vacaciones cada fin de semana largo que hay. Obviamente que el premio personal, el automimo, está muy bien que exista, pero también es lógico pensar que se puede resignar algo del presente para poder estar mejor (o por lo menos igual) en el futuro y más si uno formó una familia y tiene hijos.

Muchas (las más) de las veces que hablo de este tema me dicen: ¿cómo voy a ahorrar si no me alcanza el sueldo ni para vivir? Gran pregunta. El ahorro sólo se puede lograr si los ingresos son mayores a los gastos. Entonces lo que hay que hacer es simple: aumentar los ingresos o reducir los gastos. Fácil decirlo, ¿no? Bueno, con ganas y un poco de esfuerzo lo podremos lograr. La idea es trabajar con la reducción de gastos que parece un poco más manejable que el aumento de ingresos. Para ello lo primero que tenemos que hacer es un detalle de los ingresos del mes y los gastos. Lápiz y papel. Anotar. Comparar. Y ver con claridad cuáles son los gastos. ¿Hay alguno que se pudo evitar? Quizás…Ejemplos: Energía eléctrica: apagar luces que dejamos prendidas sin sentido, o el televisor, o usar el aire acondicionado a 24 grados o más, aprovechar la luz solar; Combustible: podemos caminar un poco más y de paso nos hace bien para la salud y evitamos gastos médicos; Supermercado: mirar mejor los precios, comparar, ir con tiempo, aprovechar promociones, atenernos a la listita; Tarjetas de crédito: tratar de pagar todo el saldo así no pagamos tasas de interés elevadísimas; Teléfono: si tenemos banda ancha de Internet, aprovecharla, hablar por mensajería instantánea, enviar mails y sustituir así llamadas telefónicas. Estos son algunos ejemplos de cómo se pueden bajar los gastos.

Espero que el bichito del ahorro les haya picado.

Cr. Martín Abeillé

cpnabeille@infovia.com.ar

Autor: Redacción

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