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Gran desfile en Francia por el Día de la Bastilla

Miles de personas se concentraron ayer, bajo un cielo nublado, en los Campos Elíseos de París para asistir al desfile militar que fue presidido, por primera vez, por el presidente socialista François Hollande, quien hace apenas dos meses llegó al poder. Gaitas, ejercicios de caballos y varias interpretaciones de la Marsellesa marcaron el comienzo de una ceremonia a puro color en tanto que los aviones de combate cumplieron con la rutina de sobrevolar, en una formación perfecta, la capital francesa para dejar estelas rojas, azules y blancas -el color de la bandera gala- a su paso.

Con el Arco del Triunfo como testigo, las unidades militares con tanques comenzaron a desfilar por la célebre Avenida de los Campos Elíseos, junto a cada uno de los miembros de los diferentes cuerpos del ejército. Con esta celebración los franceses olvidaron por un día las sombras de la crisis de la Eurozona que afecta tanto el humor social como miles de puestos de trabajo. 

El Día de la Bastilla conmemora el ataque y toma de la prisión de la Bastilla, ocurrido el 14 de julio de 1789, por furiosas muchedumbres que, de esa manera, ayudaron a desatar la Revolución Francesa. 


ENTREVISTA AL PRESIDENTE

Después de participar en la celebración del Día de la Bastilla, el presidente francés ofreció una entrevista para repasar algunos de los temas de mayor actualidad. En este sentido, Hollande afirmó que el Estado no aceptará tal cual el

plan de supresión de empleos del fabricante de automóviles PSA

Peugeot Citroën, en una entrevista televisiva en la que habló del

conflicto sirio y pidió a su compañera solucionar en privado "los

asuntos privados", tras su polémico tweet.


Con motivo de la fiesta nacional francesa, el presidente

ofreció una entrevista a los canales de televisión TF1 (privado)

y France 2 (público) después de asistir al tradicional desfile

militar de los Campos Elíseos.

Uno de los puntos más esperados de su intervención era su

reacción al anuncio hecho el jueves por el fabricante de

automóviles francés PSA Peugeot Citroën, que ante las pérdidas

sufridas y las malas perspectivas eliminará 8.000 empleos y

cerrará la fábrica de Aulnay, al norte de París.


El Presidente dijo que ese plan de reestructuración

es "inaceptable tal y como está", por lo que "debe renegociarse".

El gobierno no puede prohibir el cierre de las instalaciones

de Aulnay, precisó, pero "podemos hacer que Aulnay siga siendo un

sitio industrial".

El Estado podrá jugar con "el desempleo

parcial", "la formación profesional" y "los créditos que podemos

aportar", explicó.

El mandatario se mostró especialmente virulento con la

dirección del grupo, a la que acusó de decir "mentiras" y de

haber postergado el anuncio para después de la elección

presidencial.

"Ese plan ya era un rumor hace algunos meses, y la dirección

de Peugeot negó que estuviera reflexionando sobre el plan",

sostuvo.


Ante los nuevos despidos que amenazan en los próximos meses,

el jefe de Estado aseguró que el empleo y "la recuperación

industrial" son para él prioritarios, al igual que la reducción

del déficit y la deuda.

"Sí, la primera prioridad es el empleo. Debe hacerse todo para

que el empleo esté lo más alto posible al final de mi

quinquenio", declaró.


Pese al congelamiento de los gastos y las supresiones de

empleos en ciertos ministerios no prioritarios, Hollande rechazó

de nuevo el término "rigor", y prefirió hablar de "esfuerzo

justo". Las categorías más favorecidas serán las que harán un

mayor esfuerzo, y no "las clases medias", prometió.

Para reducir el déficit, Hollande dijo que no descarta "ningún

recurso". "Hay que encontrar 33.000 millones (de euros) para

2013, los encontraremos", remachó.


El presidente socialista reiteró su oposición a introducir en

la Constitución el principio del regreso al equilibrio

presupuestario, conocido como "regla de oro". En su lugar, la

norma, acordada por 25 de los 27 Estados de la Unión Europea para

combatir la crisis de la deuda, constará en una "ley orgánica".


Por otro lado, anunció la creación de una "comisión de

moralización de la vida política", que será presidida por el ex

primer ministro socialista (1997-2002) y mentor suyo Lionel

Jospin. "Esta comisión nos hará propuestas para la no acumulación

de cargos (...), la financiación de las campañas, los modos de

elección", detalló el dirigente.


Autor: Redacción

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