LONDRES, 13 (AFP-NA). - La británica Royal Mail, el
servicio postal creado hace 500 años por Enrique VIII, dejará de
ser público en las próximas semanas, una de las privatizaciones
más importantes acometida desde Margaret Thatcher.
El gobierno británico lo anunció este jueves, como parte de una
estrategia para recortar el déficit público, causando indignación
entre los sindicatos y la oposición.
"El gobierno de Su Majestad anuncia hoy (por ayer) su intención
de proceder a una oferta pública de venta (OPV) de Royal Mail",
anunció el comunicado, añadiendo que la salida a bolsa de la
empresa se hará "en las próximas semanas".
La coalición de gobierno conservadora-liberal venderá al menos
el 41% de Royal Mail y cederá a los 150.000 trabajadores el 10% de
las acciones, sin cargo.
De todos modos, el Estado se reserva la posibilidad de ser
flexible sobre la porción de la empresa a vender, dependiendo de
las condiciones de mercado y la demanda de los inversores.
Royal Mail y el gobierno asumieron en su comunicado que no es
descartable que los trabajadores vayan a la huelga.
El gobierno ya había anunciado en julio que pensaba privatizar
más del 50% de Royal Mail, después de que la competencia de las
comunicaciones en internet fuera argumento para una reestructuración.
Se espera que la privatización se convierta en la mayor desde
que el gobierno de la primera ministra Margaret Thatcher -que
murió este año- vendió las empresas estatales British Gas y
British Telecom en los 80.
La venta parcial de Royal Mail podría aportar 3.000 millones de
libras (unos 4.740 millones de dólares y 3.570 de euros).
La oposición laborista, a través de su portavoz económico Chuka
Umunna, avisó de que se trata de "una venta con motivos políticos"
y que "no se ha tenido en cuenta el impacto en los consumidores,
los negocios y las comunidades".
Por su parte, los sindicatos sostienen que se recortarán
empleos y el servicio empeorará.