Editorial

Gastos excedidos

Falta cada vez menos para el cambio de gobierno, lo que ocurrirá el 10 de diciembre, y la mayoría de las dependencias gubernamentales se encuentran casi sin recursos, con las cajas vacías, habiendo consumido prácticamente todo su presupuesto asignado hasta fin de año. Hasta un par de semanas atrás las cuentas públicas acumulaban un déficit de 120.000 millones de pesos, aún habiendo recibido el Tesoro partidas por 108.500 millones de parte del Banco Central, Banco Nación, ANSeS e incluso PAMI.

Un dato a tener en cuenta es que el Palacio de Hacienda dejó de difundir los resultados fiscales mensuales, base caja, de los meses de agosto, septiembre y octubre y además se encuentran atrasados desde diciembre de 2014 los informes sobre la deuda pública, estimándose que desde entonces la misma se incrementó 20.000 millones de dólares. La conclusión está a la vista con aceleración del déficit, mayor endeudamiento y pérdida de reservas. En cuanto al ocultamiento, fue una maniobra permanentemente utilizada por el gobierno para tratar de esconder sus errores, o hacerlos lo menos visibles posible, llegando a algunas acciones muy burdas como esta de demorar las cifras de las cuentas fiscales, que de todos modos se conocen y en otros casos se sospechan.

Antes del traspaso seguramente se conocerá la asignación de nuevas partidas dispuestas desde el gobierno central, que pasarán a engrosar mucho más el déficit de las cuentas, que a esta altura parece una maniobra urdida adrede para provocarle la mayor complicación posible a quien comience a administrar el país desde el 11 de diciembre.

Todo va desembocando en que el rojo de las cuentas públicas estará en el orden de los 300.000 millones de pesos, récord histórico, que deja una herencia realmente pesada y difícil de resolver en lo inmediato, ya que todos los índices se encuentran en estado negativo..

Todo se agrava más ya que en diciembre la ANSeS debe pagar a jubilados y pensionados el medio aguinaldo además de los haberes, lo mismo que en toda la administración pública, existiendo por lo tanto una demanda superior a lo habitual, que tal como se han venido resolviendo estas situaciones en los últimos años, se lo hará con emisión, la que a su vez es generadora de inflación, otro de los flagelos a vencer en la nueva etapa que se avecina.

Los gastos llevan insumidos hasta ahora la totalidad de lo asignado para el año, más todas las ampliaciones a través de 30 decretos y resoluciones administrativas. Para tener una idea de la ejecución y nivel de gastos de algunas de las principales áreas, digamos que la Cámara de Diputados ya usó el 99,17% de los fondos asignados que son 3.176 millones de pesos; la Biblioteca del Congreso -un lugar al que se identifica como "refugio de ñoquis"- gastó el 98,64% de los 738 millones dispuestos; la Auditoría General de la Nación ya gastó el 97,51% de los 680 millones disponibles; el Senado de la Nación en tanto lleva ejecutados el 97,45% de los 2.927 millones; la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal el 96,39% de 9.498 millones; Procuración General de la Nación 95,79% de 2.835 millones, Ayuda Social al Personal del Congreso 94,74% de 413 millones; la Superintendencia de Servicios de Salud 94,74% de 4.632 millones; la Defensoría General de la Nación gastó el 93,51% de los 1.582 millones asignados; el Ministerio de Desarrollo Social 93,38% de 69.231 millones; Servicio Penitenciario Federal 92,09% de 6.746 millones; la ANSeS 90,79% de su gigantesco presupuesto de 466.797 millones; Gendarmería Nacional 90,78% de 15.270 millones; la Policía Federal 90,36% de 17.256; y la Dirección Nacional de Vialidad 91,23% de 22.838 millones de pesos.

En todos los casos se aguardaba la asignación de partidas de nuevos recursos para poder llegar a fin de año, quedando muy claramente expuesto el volumen de las cifras destinadas sólo a algunas de las áreas del Estado. Se trata de una situación más de las muchas complicadas que deberá resolver el próximo gobierno, que no sólo encontrará las arcas vacías, sino con un gran nivel de endeudamiento. La perspectiva es realmente complicada desde el punto económico financiero, exigiendo de mucho ingenio e imaginación para salir del atolladero en que es recibida la administración.

Autor: Redacción

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