Editorial

Gastos desbordados

Tomando los datos de un decreto de necesidad y urgencia publicado en el Boletín Oficial, la Asociación Argentina de Presupuesto elaboró un informe dando cuenta de la ampliación del gasto público en la suma de 51.440 millones de pesos, de los cuales 11.534 millones se cubren con mayores ingresos derivados de impuestos -hoy nuestro país con el 37% de presión impositiva es el más alto de América Latina-, en tanto que los 39.906 millones se financian con anticipos del Banco Central y más deuda con otros organismos públicos a los cuales periódicamente se echa mano, como la ANSeS, Banco Nación y PAMI.

De tal manera, el déficit fiscal se incrementó en casi 40.000 millones en un santiamén, agregándose a los 20.171 millones que existían con anterioridad, con lo cual el año 2012 cerrará con un rojo de 60.000 millones, aún habiendo recibido en forma constante "préstamos" de los organismos públicos mencionados, de los cuales se recibe dinero y a cambio se les dan letras, títulos, bonos y otros papeles. Si tenemos en cuenta que en 2011 el déficit fiscal fue de 30.663 millones, tenemos que este año se ha duplicado, estando en consecuencia muy por encima de la inflación.

Además del sistema previsional en su totalidad -incluyendo pensionados y retirados de las fuerzas armadas y de seguridad- los mayores beneficiados por esta nueva ampliación de gastos son los subsidios, las empresas públicas, los servicios de la deuda y los ministerios de Planificación con 6.000 millones y de Desarrollo Social con 3.000 millones de pesos.

En menos de tres meses se produjeron tres ampliaciones de gastos muy importantes, ya que en octubre ascendió a 11.377 millones, a fines de noviembre otros 11.716 millones , y ahora se agregan los referidos 51.440 millones. Esto es consecuencia, tanto de la inflación y la gran demanda de gastos, pero también de los presupuestos que presenta el gobierno, siempre con subestimación de las cifras más cercanas a la realidad.

Además de los gastos aludidos, en lo que respecto al pago de vencimientos por la deuda, se agregaron 5.300 millones, con lo cual en lo que va del año estos pagos ascenderían a 50.000 millones. Sobre el tema, cabe agregar que si bien desde el gobierno se promociona la política de desendeudamiento, en realidad la deuda no para de crecer, ya que lo que se hizo es trasladar lo adeudado a organismos como el Central Banco Nación y especialmente la ANSeS, además de otros con montos menores.

Todo, o casi, es producto de una ecuación muy sencilla: los gastos superan a los ingresos. Quedan sólo dos alternativas para afrontarlo, vender activos o financiar con endeudamiento, siendo esto último lo que está haciendo el gobierno. Lo cual viene repitiéndose estos últimos años, ya que hace mucho que no existen más aquellos pilares que había proclamado Néstor Kirchner durante su presidencia y que eran el sostén del "modelo": superávit de las balanzas fiscal y comercial, y gastos menores a los recursos. 

Volviendo a esta ampliación de gastos extraordinaria, además de lo destinado a los dos ministerios y al servicio de deuda, cuyas cifras fueron consignadas, habrá 6.100 millones para las empresas petroleras para que sigan con la provisión de combustible a precio diferencial, 3.200 millones para subsidio de la energía y 2.800 millones para Cammesa. También se agregan partidas de 351 millones para radio y TV, 490 millones al ferrocarril Belgrano y 400 millones para la compañía de aguas, en tanto que Desarrollo Social además de la cifra aludida tendrá otros 2.884 millones para atender las pensiones no contributivas debido a la ampliación que las mismas tuvieron en el presente año, alcanzando ya a 1,2 millón de personas. 

Una empresa infaltable en este listado es Aerolíneas Argentinas con 596 millones adicionales, mientras que Fútbol para Todos también tendrá un refuerzo especial de 105 millones. 

Queda en evidencia que los gastos se encuentran prácticamente en situación de desmadre, pues en el presente presupuesto provocarán un déficit de 60.000 millones, el doble que el año pasado. Y como 2013 será un año electoral, considerado clave por el intento reformista que permita la re-reelección, no es difícil presumir que los gastos seguirán desbordándose.

Autor: Redacción

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