Editorial

Gasoducto lechero

El Gasoducto Lechero, así conocido desde su anuncio a fines de marzo de 2015 -en días nomás se cumplirán dos años-, está mucho más cerca de concretarse, luego de la decisión del Ministerio de Energía y Minería de la Nación para licitar la adquisición de las cañerías correspondientes para esa obra que tendrá una traza que comprende a las ciudades de Esperanza, Rafaela y Sunchales, como así también a localidades cercanas de las mismas, beneficiando a unos 34.000 hogares, además de plantas fabriles que así lo requieran.

Esta convocatoria de compra de cañerías y transporte para el Gasoducto Regional Centro II, tal su denominación correcta, forma parte del llamado en el mismo sentido para el Sistema Cordillerano-Patagónico, el Gasoducto Cordillerano y el Gasoducto de la Costa, conformando un paquete de cuatro obras de verdadera magnitud, con las cuales el gobierno nacional va poniendo en marcha la reactivación a gran escala de la obra pública. Se debe destacar que en el caso del gasoducto que pasará por Rafaela, significa una inversión de 1.300 millones de pesos para su totalidad, en tanto que para esta inicial compra de cañerías el presupuesto asignado es cercano a los 600 millones de pesos.

Es importante que haya continuidad en la realización de obras que fueron proyectadas con anterioridad, más allá de los colores políticos de cada uno de los gobiernos, como sucede en este caso del Gasoducto Lechero, lanzado en marzo de 2015 bajo la administración kirchnerista, y aún habiéndose modificado ciertos aspectos administrativos que ahora quedan exclusivamente en manos del Ministerio de Energía, la iniciativa ahora sea retomada por el gobierno macrista.

Para Rafaela se trata de una excelente noticia, al igual que para toda la región de cobertura por supuesto, ya que la distribuidora Litoral Gas ahora tendrá la posibilidad de ampliar la cantidad de domicilios abastecidos, extendiendo la red y contando con el fluido necesario para su abastecimiento, una vez que se cuente con su habilitación, lo cual, de acuerdo con el impulso que se le piensa dar a esta ejecución, será dentro de un plazo establecido de 12 meses. Es que además de la provisión residencial para las tres ciudades mencionadas, como así también para las localidades ubicadas en cercanías de toda esta traza, este conducto transportador de gas permitirá avanzar en la posibilidad de aprovisionamiento para todas aquellas industrias que así lo resuelvan, una vez que se concreten las instalaciones correspondientes.

La adquisición de las cañerías es el primer paso para el Gasoducto, estando además previsto continuar luego con la compra de otros elementos necesarios -entre ellos los compresores-, habiéndose fijado la iniciación efectiva de los trabajos de montaje durante el transcurso del mes de mayo próximo. Es decir, queda en claro la firme determinación de avanzar en firme tanto con esta obra que beneficia a Rafaela y a la región central de la provincia de Santa Fe, como los dos gasoductos en la zona cordillerana y otro en la costa.

Algo realmente positivo, además de este significativo avance de obras planificadas por el gobierno precedente -como igualmente ocurre con la continuidad de la conversión en autovía de la ruta nacional 34 en el tramo Angélica-Sunchales, aunque en este caso se trataba de una obra que estaba en ejecución-, es que quedaron con este anuncio completamente desvirtuadas las versiones que se dejaron correr en el último tiempo sobre la posibilidad de postergar, o directamente anular esta obra. Lo cual, frente a esta realidad, queda sólo para la anécdota.

Más allá de todos estos aspectos que hacen a la parte previa de la obra, con sus idas y venidas, que serán olvidadas en poco tiempo, lo que realmente trasciende y queda como infraestructura para Rafaela y toda esta región es esta obra a punto de convertirse en realidad, lo cual sucederá en el año 2018 de ir todo de acuerdo a lo previsto, es decir, con la concreción de las dos licitaciones y el comienzo de la ejecución durante el segundo trimestre de este año. El plazo de ejecución, que va desde los 12 a los 18 meses, se cumplirá durante el transcurso del año venidero, cuando quede incorporada a la ciudad esta nueva gran obra.

Autor: Redacción

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