Región

Ganó la 430 de Carlos Daniel Bulacio

HUMBERTO PRIMO (Por Jorge Luis Mezzabarba). - La “430” ganó de punta a punta haciendo el recorrido Curuzú Cuatiá (Corrientes) hasta Humberto I (Santa Fe). Se trata de la paloma mensajera, la “430” que pertenece a uno de los decanos de la Colombofilia santafesina, el humbertino Carlos Daniel Bulacio. La paloma citada participó de la 8° Edición de Concursos Nacionales, recorrió 345 km desde Curuzú Cuatiá, ciudad ubicada al sur de Corrientes hasta nuestra localidad a una velocidad promedio de 1412 m/m (84 km/hora). La liberación se produjo a las 7,45 hs y registraron la llegada a las 11.49 hs.
Primero fue estudiante (primario, secundario y universitario), después médico cirujano, integrante de muchas comisiones en instituciones intermedias y ha sido Presidente de la Comuna de Humberto I en varios períodos, pero siempre fue colombófilo. Carlos Daniel Bulacio desde pequeño es un apasionado a la colombofilia, que consiste en la cría y adiestramiento de palomas para convertirlas en palomas mensajeras, capaces de volver a su palomar, luego de recorrer un trayecto a la mayor velocidad posible.
Sobre el origen de esta pasión, Carlos Daniel Bulacio nos decía: “este gusto por las palomas, viene por parte de mi abuelo materno que tenía palomas mensajeras que había traído de España. Cuando estudié medicina en Córdoba, con mis hermanos mayores vivíamos en una casa de mi padre y un vecino tenía un palomar que yo le cuidaba y ahí fui conociendo más sobre el mundo de las palomas. Luego con el tiempo regresé a mi pueblo Humberto I y armé mi propio palomar que todavía hoy tengo”.
“Cuando una paloma regresa a casa sana y salva es muy gratificante, si gana como la 430 mucho mejor, pero ver una liberación de palomas es algo emocionante. Yo no estuve en Curuzú Cuatiá, pero me contaron los colegas, que presenciar la suelta de unas 14.000 palomas de más de 1000 palomares del país, es un momento único. El sonido del batir de alas de tantas palomas en un contexto silencioso queda grabado para siempre”.
Cuando LA OPINION recorrió el palomar junto a su dueño, pudimos ver a la “430”, aquí es una más nos decía Bulacio. “Las tengo separadas, a las más jóvenes, las que tiene que correr próximamente, los machos, las que corrieron el fin de semana pasado, en fin, ya son una familia y me conocen. Ahora que hay extraños están un poco alborotadas, pero si no son muy mansas”. Nos contó también que la base de su palomar son casi todas descendientes de palomas de Mariano Aldazábal y en los últimos tiempos las cruzo con el Ferri-Ferri y con una paloma de Daniel Schneider para mejorar la performance”.
En el palomar son unas 200 y la rutina es así “las entreno y le doy comida dos veces por día. Salen y en una o dos horas vuelven al palomar. Al principio hacía una suelta cercana a 30 km, pero hoy nuestros tiempos son otros y trato de manejarme de la mejor manera posible”.
Carlos Daniel Bulacio, está casado con María Teresa Cagnolo y tienen tres hijos: Natalia Verónica, Sebastián Daniel y Pablo Nicolás y sus nietos, Santiago, Octavio, Juan Sebastián y Pedro, “esta es mi familia, estoy jubilado de la profesión, pero sigo muy firme todos los días atendiendo a mi otra familia: las palomas”. Tengo mucha vinculación con amigos colombófilos como yo y eso me permite poder estar activo y participar en distintas carreras que se organizan”.
Mientras recorríamos el palomar en la despedida, Carlos D. Bulacio nos saludaba y agradecía; mientras en un lugar cualquiera, la “430” estaba acurrucada, seguro esperando otra liberación en cualquier parte del país, volar y llegar a su palomar, sin dejar de aletear ni un momento. Sólo planeará cuando su instinto le marque la rampa del ingreso a su nido.
¡Felicidades Carlos Daniel Bulacio, humbertino con más de 50 años en la colombofilia, las palomas agradecidas!

Autor: REDACCION

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