Suplemento Economía

Ganancias: una suba que no es suficiente

Con el fin de moderar las pautas de reclamo salarial de los distintos gremios de la economía, y respaldado en las mejores perspectivas recaudatorias (+30% en 2013 contra +26% de 2012), el Gobierno Nacional acaba de anunciar un incremento del 20% en las deducciones personales y en el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias (en adelante MNI). Esta disposición abarca las retenciones aplicadas a las rentas de la cuarta categoría del segmento de personas físicas y se efectivizará a partir del mes de marzo, aunque su implementación es retroactiva al 1 de enero de 2013.

"La medida representa una singularidad en la dinámica del impuesto, dado que desde 2006 en adelante, las actualizaciones se implementaron con posteridad al cierre de las paritarias, poniendo en evidencia que durante 2013, el Gobierno Nacional intentaría contener los aumentos salariales, utilizando esta variable como ancla anti-inflacionaria. De alguna manera, se buscaría compensar el menor control sobre la política cambiaria (hasta aquí el único “lastre” para la suba de precios), en tanto que la evolución del gasto público y de la base monetaria mantendrían las fuertes expansiones observadas en 2012, privilegiando su impacto potencial sobre la tasa de crecimiento económico aún a costa de una mayor presión sobre el nivel de precios", señaló la consultora Economía & Regiones (E&R) en un documento donde analiza el impacto de esta medida.

Con todo, según la consultora, "la actualización del MNI se ha quedado “corta”, dado que no contempla los aumentos salariales o la inflación acumulada en 2012, y apenas alcanzaría a cubrir las subas salariales de este año". Cabe señalar que la política de saltearse un ajuste del MNI se verificó también en 2009, es decir, junto a 2012, los años de peor performance económica del modelo, cuando la caída o estancamiento del nivel de actividad redujo el flujo recaudatorio y el PEN decidió no ajustar los valores para evitar un mayor drenaje de recursos.

Ahora bien, el diferencial de crecimiento entre los aumentos salariales acumulados en 2012/13 (>50%) y el aumento del 20% en el MNI seguirá siendo “base imponible” para el cobro del impuesto a las Ganancias, con lo que el Fisco Nacional continuará absorbiendo del sector privado más recursos de lo debido.

En teoría, estos ajustes anuales deberían acompañar el crecimiento de los salarios y/o de la inflación, para evitar que un número cada vez mayor de empleados quede “atrapado” por el gravamen (implicando que un importante porcentaje de los aumentos salariales sean apropiados por el Estado Nacional) y también para reducir el impacto sobre el ingreso real, apuntó E&R. Es decir, aumentando el MNI se reduce la cantidad de personas gravadas, y, simultáneamente, se reducen los montos pagados por los contribuyentes que quedan en la órbita del impuesto.

"No obstante, dado que los ajustes han ido sistemáticamente por detrás del crecimiento de los salarios, se ha dado el proceso inverso al deseado, es decir, que un número cada vez mayor de trabajadores tributa el impuesto, ampliando la base de recursos públicos a expensas de una caída en el ingreso disponible del sector registrado", agrega el estudio.

Cabe señalar que en la actualidad, aproximadamente 2,4 millones de trabajadores son gravados por el impuesto a la renta (25% de los empleados formales), en tanto que la aplicación de la suba del MNI reduciría dicha cifra en 800 mil trabajadores, quedando incluidos en el universo el 17.5% de la fuerza laboral registrada (1,6 millones). Sin embargo, los acuerdos salariales de 2013 probablemente superen el porcentaje de suba del MNI, de modo que en términos netos, se volverá a ampliar el número de trabajadores gravados.

Autor: Redacción

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