Editorial

Futuro de SanCor

Prácticamente todos los gobiernos, más allá de signos políticos e ideologías, brindaron ayuda para sostener a la empresa cooperativa SanCor, y también el actual del presidente Mauricio Macri lo hizo, por segunda vez en breve lapso. Ahora con un aporte de 450 millones de pesos que se agrega a los 250 millones anteriores, aunque en realidad la medida, y es lo que todos hoy se preguntan, servirá sólo para que la empresa pueda reorganizarse saliendo momentáneamente de la asfixia financiera y tratar entonces de volver a normalizar su actividad productiva. Claro, que si todo continúa como vino siendo hasta ahora, las perspectivas de alcanzar un cierto éxito son bastante más que escasas.

Se trata de una historia que ha venido repitiéndose casi como un calco, ya que todas las asistencias financieras recibidas terminaron diluyéndose insípidamente, pues las indispensables reformas para aspirar a una sustentabilidad proyectada en el tiempo nunca se hicieron de la manera profunda que requiere la situación. Esta vez, todo indica que deberá ser diferente, y que las reformas que se exigen, serán inevitables.

Las últimas semanas han sido un verdadero tembladeral para la cooperativa con sede central en Sunchales y extendida con 16 plantas fabriles hacia gran parte del territorio nacional, sitios en los cuales replicaron con igual intensidad las consecuencias de este problema financiero que paralizó la actividad, al punto que muchos pequeños pueblos están dependiendo en gran medida de esa prometida reanudación de actividades, ya que sus economías tienen directa dependencia con SanCor. 

Finalmente, y tras un fuerte debate que alcanzó en ciertos momentos características de encendida confrontación, fue destrabado el envío de 450 millones por parte del gobierno nacional, reduciéndose el aporte solidario de los trabajadores lácteos al sindicato, y también, quedando pendiente a futuro la renegociación del convenio colectivo de trabajo del sector.

La condición de simple paliativo que tienen estos 450 millones para intentar la puesta en marcha de la empresa, queda claramente expuesto, cuando vemos que los cheques rebotados de estas últimas semanas ascienden a la suma de 802 millones de pesos. 

Algunas voces, incluso desde el mismo gobierno provincial, están marcando como una salida más firme sería delinear una estrategia apuntando a la incorporación de alguna otra empresa dentro de una forma de sociedad que debería ser pensada desde lo legal e institucional, que no es sencillo por la condición cooperativa, aunque dicen que tampoco es por eso imposible.

Otro de los aspectos negativos de la cuestión de esta caída de SanCor y el ahora complicado salto hacia la recuperación, es que todo se produce dentro de un marco realmente complicado que viene viviendo la lechería argentina. Justamente, en tal sentido se remarca como un objetivo realmente dificultoso el recuperar los niveles de materia prima que necesita la empresa para volver a producir en los volúmenes acordes a su capacidad.

Unos cuatro meses atrás, ya que este descenso viene siendo paulatino desde hace tiempo, aunque se agudizó en esta última etapa con las consecuencias conocidas, SanCor recibía más de 4 millones de litros de leche por parte de los tamberos, quienes por falta de pago, atrasos y otras desventajas, fueron pasándose a otras industrias, al punto que en estas últimas semanas la recepción de leche era menor a los 700.000 litros diarios.

Es verdad que por delante está la posibilidad, prácticamente ineludible, se reformular la empresa buscando el equilibrio de ingresos y egresos, un objetivo que no se puede conseguir de la noche a la mañana, pero en cambio la recuperación de recepción de leche si debe ser rápida, pues sin la materia prima es imposible intentar regresar a los niveles históricos de producción. Un verdadero dilema, y un gran desafío, que tendrá por delante la conducción de la empresa cooperativa.

Ojalá todo sea para bien y esta empresa cooperativa fundada en 1938, pueda recomponerse y volver a sus épocas de esplendor. Claro que para eso, requiere de una profunda reformulación de toda su estructura.

Autor: REDACCION

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