Atlético de Rafaela transita, desde el pasado sábado, la semana más feliz de los últimos tiempos. Volvió a ganar tras diez partidos, sumó dos seguidos sin caída y ese agónico gol de Lucas Albertengo para el 1-0 ante Defensores Unidos de Zárate fue un regalo del cielo para todos los cremosos.
“Fue el gol que más grité en mi carrera”, aseguró el delantero y capitán de la ‘Crema’, quien ya acumula cuatro y es, junto a Nazareno Fúnez (marcó 3 en un mismo partido), el máximo anotador albiceleste. “De la forma en la que se dio, es la primera vez que me toca hacer un gol en la última jugada del partido”, afirmó Albertengo y agregó: “De los mejores, estos goles se disfrutan mucho, por cómo se dio, el festejo con todos mis compañeros, el momento en el que estamos, lo que necesitábamos ganar. Me voy a acordar toda mi vida de este gol”.
En relación a esa victoria que tanto se le venía postergando y necesitaba conseguir lo antes posible, el nacido en Egusquiza hace 33 años, señaló: “Lo veníamos necesitando mucho. Se dio un partido con mucha entrega, mucha lucha. La realidad es que nos había costado, pero cuando no se puede jugar bien hay que meterse al máximo, mucho compromiso y se jugó como una verdadera final. El anterior partido como local se nos había dado al revés, en esta nos tocó y se festeja el triple, más con la necesidad que teníamos”.
Albertengo es consciente de la importancia del triunfo pero también sabe que Ricardo Pancaldo deberá seguir trabajando, y mucho, para mejorar en lo futbolístico. No se puede ganar de ‘casualidad’.
“No jugamos del todo bien, es verdad. Sí, luchamos el partido. Con la situación en la que venimos a veces esta difícil para jugar bien, hay que tener mucha personalidad para afrontar estos partidos, por ahí con errores pero tuvimos esa cuota de suerte que se necesita también, y tenemos que aprovechar cuando vienen las buenas. Tantas veces en contra que una a favor se agradece”.
“Tenemos que mejorar, tenemos un plantel joven y en estos momentos es difícil crecer, hay varias presiones pero tenemos que dar más, jugar mejor. Cuesta el juego pero rescato la voluntad de seguir buscando, no bajar los brazos y en este momento se necesitaba eso y lo pudimos hacer, está claro que tenemos que mejorar en el juego”.
Ante el bajo rendimiento de algunos jugadores con experiencia que llegaron a barrio Alberdi, varios de los pibes del club tuvieron su oportunidad. Y no es un momento sencillo para los que menos rodaje tienen. En virtud a ello, Albertengo contó: “Nosotros tenemos que tratar de transmitir la mayor tranquilidad, la presión no tiene que ser para ellos. La culpa de este momento no es de ellos, los más grandes tenemos que hacernos cargos de esto, de la que nos toca pasar. Y día a día tratamos de trabajar de la mejor manera, con un grupo unido, para que los chicos vayan creciendo, el momento no es el ideal pero esto los puede ayudar a formar una personalidad para el resto de sus carreras”.
Por último, Lucas fue consultado por la ovación que recibió de todo el estadio el pasado sábado. “A cualquier jugador le gusta, me pone contento, estoy agradecido a ellos (los hinchas). Desde el momento que me tocó volver el cariño que me brindaron es tremendo, es mutuo, soy jugador del club, nací acá. Es algo que me llena de orgullo pero está la deuda con la gente de poder darles más, que el equipo mejore y no tengo dudas que así va a ser”.