El Papa Francisco fue designado por la revista "Time", una de las más influyentes, como "el personaje del año 2013". Ni que lo necesitaría siquiera para incrementar su caudal de popularidad y reconocimiento en el mundo entero, pero es verdad que se lo ha ganado con sobrados méritos, tanto por sus dichos pero con el respaldo de sus acciones, que fueron exactamente en igual dirección.
De esta manera, el religioso argentino Jorge Bergoglio, que pasó de ser "el jefe de la oposición" en nuestro país, tal como lo calificaba nuestro gobierno, que además le negó pedidos de audiencia una docena de veces, pasó a ser uno de los referentes de mayor peso en el mundo entero, revitalizando y recuperando confianza y credibilidad de una entidad como la Iglesia Católica, que se encontraba en pleno retroceso.
Para justificar la elección del jefe de la Iglesia como el personaje más destacado del año, la prestigiosa publicación argumentaba lo siguiente: "Por haber trasladado el pontificado del palacio a las calles, comprometer la mayor religión del mundo a enfrentar sus necesidades más profundas y equilibrar el juicio con la misericordia". Muy expresivo el contenido de esta distinción, que desde hace muchas décadas es algo que provoca un gran impacto en el mundo, que esta vez le correspondió al Papa argentino, ocupando su fotografía toda la tapa de la publicación.
En realidad, una Iglesia tan decaída como estaba, necesita de estas cosas, que livianamente pueden considerarse mundanas, pero que refuerzan las posibilidades de proyección de una institución que, justo en momentos en que el mundo está tan necesitado de ello, recupera el valor del ejemplo, de la palabra sensata, de la reflexión profunda y sencilla, tal el estilo de este personaje.
"En sus nueve meses en el trono -sostiene "Time"- Francisco se ha puesto en el centro de las principales conversaciones de nuestra época: sobre riqueza y pobreza, imparcialidad y justicia, transparencia, modernidad, el rol de la mujer, la naturaleza del matrimonio y las tentaciones del poder", destacándose especialmente que este primer Papa no europeo llega en un momento en que los liderazgos en el mundo están siendo puestos a prueba, quien no cuenta con ejércitos ni armas, más allá de un pedazo de tierra en el centro de Roma.
Apunta además la publicación, que el Papa que en nueve meses de reinado "ha hecho algo notable: no cambió las palabras, pero cambió la música". Un reconocimiento muy importante para este religioso argentino que el próximo martes cumplirá 77 años, y que hoy es tal vez el más admirado y reconocido en el mundo, cuya palabra es seguida con especial atención, tanto por los católicos como por quienes profesan otras religiones. Su forma de ser, llena de sincera humildad, y sus palabras que siempre encuentran el respaldo de sus actos, están mucho más allá de cualquier otro aspecto que sobre él pudiese destacarse.
"Este es un hombre que manejó muy bien los tiempos. Que no vive en el palacio papal rodeado de cortesanos, sino en una austera residencia con peregrinos. Reza todo el tiempo, incluso cuando espera que lo atienda el dentista. Sacó de circulación el Mercedes papal y lo reemplazó por un Ford Focus con algunos rasguños. No usa zapatos rojos ni sotanas lujosas, lleva en el cuello una cruz de hierro en lugar de una de oro", son algunos aspectos prácticos destacados en la revista junto a la difusión de la designación. Son estas, justamente, algunas de las cosas que le han valido para ganarse el respeto de absolutamente todos. En el mundo de hoy en día, están quienes hablan, pontifican y dicen de una manera, pero luego en su vida cotidiana hacen exactamente todo lo contrario. El Papa Francisco en cambio es absolutamente diferente, predica con su ejemplo, lo cual tiene un valor realmente inconmensurable. Y así ha sido entonces el reconocimiento.
Esta gran popularidad del Papa ha causado el efecto que muchos católicos han regresado a sus asistencias a misa y también confesarse, algo que estaba perdiéndose. Su influencia es muy grande, habiendo logrado "magnificar el mensaje de la Iglesia y su poder para hacer el bien", según consigna la revista.
Además, esta distinción de la revista estadounidense llega en un momento en el cual un sector muy conservador de Estados Unidos, identificado con la derecha fundamentalista, se encuentra atacando y difamando al jefe de la Iglesia.