JERUSALEN, 26 (AFP-NA). - El papa Francisco renovó ayer en Israel su invitación al jefe de Estado israelí Shimon Peres y al presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas a rezar con él en el Vaticano, un acto en favor de la paz en Medio Oriente.

"Quiero invitar al señor presidente y al presidente Abas para elevar una gran oración y ofrezco mi casa en el Vaticano para ese encuentro", reiteró el papa argentino al llegar en helicóptero al aeropuerto de Tel Aviv, capital de Israel, tercera etapa de su periplo por Tierra Santa.

La propuesta es similar a la jornada de ayuno y oración promovida en septiembre por el papa Francisco por la paz en Siria que terminó por evitar una intervención militar de Estados Unidos en ese país.

La invitación fue aceptada inmediatamente por el líder palestino, quien anunció que viajará al Vaticano el próximo 6 junio. 

Se espera una respuesta oficial de Peres, cuyo mandato como presidente termina el 27 de julio.

El papa volvió a sorprender con un gesto sin precedentes al invitar al presidente israelí y al presidente de la Autoridad Palestina a "un encuentro de oración" por la paz en el Vaticano. 

Una invitación que marcará el viaje a Tierra Santa y que puede ser interpretada como una propuesta de mediación por parte del papa argentino.

Por razones diplomáticas, el pontífice llegó primero a Tel Aviv, pese a que se encontraba en Belén, la ciudad palestina a sólo ocho kilómetros de Jerusalén.

"Llegó con el corazón adolorido por el feroz atentado del sábado en Bruselas. Acto criminal de odio antisemita", clamó el papa.  El atentado contra el Museo Judío de Bruselas, que causó la muerte de cuatro personas, entre ellas dos israelíes, marcó la llegada del papa a Israel, país con el que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas desde 1993.