Suplemento Economía

Foro de la UIA

La Conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA) empezó con advertencias de parte de los ejecutivos sobre las consecuencias de una excesiva intervención del Estado en la economía, voces que en otro momento de la Argentina reciente habrían perturbado, hoy son escuchadas.

Al punto que la presidenta Cristina Fernández fue al Centro Costa Salguero, a la clausura del foro que albergó, como nunca, a dirigentes de toda la oposición y que empezó con reclamos rotundos. "Son necesarias no sólo condiciones macroeconómicas adecuadas, sino un Estado concentrado en hacer bien lo que debe hacer y no gastando energías donde no agrega valor", leyó Federico Nicholson, presidente de la conferencia y director de la azucarera Ledesma, en el acto de apertura.

"Hemos vivido a los bandazos -continuó-. La excesiva intervención estatal no sólo ahoga a la economía, sino que también tiene efectos nocivos sobre las funciones intrínsecas del Estado, quizá por aquello de que el que mucho abarca poco aprieta. El Estado solo no puede hacerlo todo, y ya son pocos los que creen en el Estado empresario que se ocupa de las cosas que puede hacer mejor el sector privado."

Héctor Méndez, presidente de la UIA, remarcó que cada uno tenía la libertad de escribir el discurso que quisiera. Después se explayó: "Nosotros pensamos que el Estado tiene que tener una intervención razonable, no estar en todos lados. Sobre todo, tratándose de un Estado que, en los últimos 100 años, no ha sido muy transparente.

Momentos antes, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Auto, había aportado una idea propia y recurrente. "La industria es la única generadora de valor agregado y es, por definición, privada. Salvo excepciones contadas."

La incertidumbre cunde entre empresarios que quieren saber si, tras la muerte de Néstor Kirchner, el Gobierno será el mismo. Algunas cosas ya han cambiado claramente. La abrumadora afluencia gubernamental a Costa Salguero -algo que no ocurría desde 2008- fue la primera prueba. Acompañaron a la Presidenta el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y los ministros Julio De Vido (Planificación) y Amado Boudou (Economía). También estuvieron Lino Barañao (Ciencia) y Débora Giorgi (Industria).

Otros indicios fueron más sutiles. Como la vuelta del dueño de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, a este foro después de mucho tiempo, o la desacartonada e infrecuente exposición de Débora Giorgi, que bajó del escenario y habló pegada al público. "Para mí, hizo un coaching ", observó una ejecutiva. "Todos están más distendidos", agregó un accionista de un grupo nacional.

El hombre de los Bancos, Jorge Brito dijo que "La Argentina está bien. Tiene los índices de morosidad más bajos de la historia. La economía funciona bien y hay consumo." El banquero ve difícil que el año próximo se pueda crecer al 8 o 9%. "Va a ser al 5 por ciento, un buen número. Si lo hiciéramos así varios años, sería fantástico", sostuvo, y agregó que había que frenar los aumentos de precios. "Tenemos un tema inflacionario. Todos somos concientes, aunque no hay necesidad de ir a la ortodoxia. Es una cuestión de expectativas. Todos somos responsables. Pero ningún ciudadano le cree al INDEC: hay que reconstruirlo."


Autor: firma 1

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