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Florencia Peña en "Más respeto que soy tu madre"

Florencia Peña encarna a un ama de casa con un sinfín de problemas que enfrentar junto a su familia de ascendencia italiana en "Más respeto que soy tu madre", la adaptación cinematográfica realizada por Marcos Carnevale en base a la novela de Hernán Casciari, que llega hoy a las salas locales con una propuesta "grotesca pero real, y en la que a los personajes les atraviesan las emociones".
"Creo que muestra que a pesar de todos los quilombos que uno puede tener en países como el nuestro, persiste algo que tiene que ver con este entramado de relaciones que tenemos entre los argentinos, algo que por ahí parece trillado, pero donde el amor se pone de manifiesto en este tipo de situaciones difíciles", explicó la actriz y comediante sobre la trama de la cinta, producida por Pampa Films, Gloriamundi y Palé.
En ese sentido, el filme busca rescatar el espíritu que Casciari imprimió en esta narrativa que primero tuvo forma de blog, allá a principios de los 2000, luego recogida en una novela y más tarde llevada al teatro, en la exitosísima obra encabezada por Antonio Gasalla que se transformó en todo un suceso de las tablas cuando cosechó más de un millón de espectadores a lo largo de sus cinco temporadas.
En "Más respeto que soy tu madre", Peña es Mirta Bertotti, una mujer de cincuenta años que pasa los días haciéndose cargo de su hogar y de contener a su familia: Zacarías (Guillermo Arengo), su esposo que trae a la casa lo poco que gana como repartidor de pizzas, y sus hijos menores, Caio (Agustín Battioni) y Sofía (Ángela Torres).
Entre dramas adolescentes, la falta de recursos y las miradas altaneras de sus vecinas, Mirta recibirá el regreso de su hijo mayor, Nacho (Bruno Giganti) y también deberá estar pendiente de su suegro, Américo (Diego Peretti), el querido "Nonno" de los Bertotti que, aunque había prometido a su padre mantener viva su tradicional pizzería hasta el nuevo milenio, en la actualidad es un rockero y baterista frustrado que prefiere fumar porro y tomar cerveza con los jubilados mercedinos antes que revivir el negocio.

¿CÓMO TRABAJASTE ESTE PAPEL? ¿TUVISTE LA OPORTUNIDAD DE INTERCAMBIAR CON GASALLA?

Florencia Peña: Con Antonio no hablé, porque cuando empezamos a filmar no estaba muy bien de salud y no quisimos molestarlo, pero también sabía que no lo iba a encarar por ese lugar. Lo que él hizo era mucho más histriónico, mucho más teatral y unipersonal, porque si bien tenía otros actores, estaba por encima y más a la cabeza. Acá entendíamos que era una película que tiene más que ver con lo que podría ser una familia argentina reconocible. Así que para mí de todos modos era una gran responsabilidad meterme en la piel de Mirta, y tuvimos un elenco hermoso, con Peretti ya habíamos laburado y siempre tenemos mucha química. El resultado tiene que ver con una mirada de cómo tenía que ser esta película, grotesca pero real, y en la que a los personajes les atravesaran las emociones.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE INTERPELÓ DEL PERSONAJE?
FP:  La verdad que Mirta tiene mucho de mi temperamento, de esa fuerza con la que voy para adelante y con la que me llevo puesto un poco el mundo a pesar de los problemas. La diferencia quizás es que, aunque tengo una familia grande y en mi intimidad soy mamá leona, tengo una carrera. Todo su potencial matriarcal, Mirta lo pone a disposición de los demás, por el "Nonno", por el marido, por los chicos, está postergada, la vida le pasó por encima y le hubiera gustado ser algo que no pudo. 

EN ESE SENTIDO, ¿QUÉ CREÉS QUE DICEN LOS BERTOTTI SOBRE LA IDIOSINCRASIA DE LO FAMILIAR EN ARGENTINA?

FP: Es una familia que la pelea, pero hay tanto amor, tanto afecto, el querer ir para adelante, no bajar los brazos y no sucumbir frente a las tempestades, que termina siendo inspiradora, porque hay algo en el reconocimiento de ese tipo de familia. Eso me parece muy lindo y muy argentino también, siempre que alguien se va a vivir a otro país, que se exilia voluntariamente, dice que eso es lo que extraña, las amistades y la familia. TÉLAM

Autor: REDACCION

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