VIENA, 23 (AFP-NA). - El mercado mundial de la droga
"está prosperando" y "diversificándose" con una producción de
cocaína y opio al alza, el desarrollo de sustancias sintéticas y
un aumento de la mortalidad por opiáceos, señala la Oficina de
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC).
"Últimamente se ha venido prestando especial atención a las
amenazas planteadas por la metanfetamina y las nuevas sustancias
psicoactivas (NSP). Sin embargo, como muestra el informe, tanto la
fabricación de cocaína como la de opioides van en aumento", señala
Yuri Fedotov, director de esta organización con sede en Viena, que
este jueves publicó su informe anual.
Estas drogas tradicionales "siguen siendo preocupantes y la
crisis de los opiáceos no da realmente muestras de calmarse",
agregó.
"El cultivo del arbusto de coca, tras una prolongada
declinación, aumentó el 30% durante el período comprendido entre
2013 y 2015, principalmente de resultas del aumento registrado en
Colombia", primer productor mundial, señala el informe.
Así, en 2015 el volumen de fabricación mundial de clorhidrato
de cocaína puro ascendió a 1.125 toneladas, es decir un aumento
global de 25% respecto a 2013.
El informe recoge la decisión de las FARC en 2016 de cesar su
participación en este negocio tras alcanzar un acuerdo de paz con
el gobierno de Colombia, estimando en 1.000 millones de dólares
los ingresos anuales obtenidos de las drogas hasta entonces por
esa guerrilla.
En cuanto al opio, en 2016 la producción mundial aumentó en un
tercio respecto al año anterior debido a un mayor rendimiento en
Afganistán favorecido por mejores condiciones meteorológicas.
Sin embargo, su producción mundial, con 6.380 toneladas en
total, es un 20% inferior al máximo alcanzado en 2014 y cercana al
valor medio de los cinco años precedentes.
La ONUDC señala como particularmente preocupante la situación
en Estados Unidos: un 25% de muertes por drogas en el mundo tienen
lugar en ese país, mayoritariamente por opiáceos. Las sobredosis
se triplicaron allí entre 1999 y 2015, pasando de 16.849 a 52.404
por año.
El informe recoge asimismo la decisión del gobierno de Uruguay
de reglamentar a partir de 2013 el cultivo, producción, venta y
consumo de cannabis para uso recreativo y medicinal.
Sin embargo, señala que las repercusiones de esta medida "solo
se sabrán una vez que hayan sido aplicadas plenamente, y habrá que
seguir de cerca todo lo que ocurra con el tiempo".