BUENOS AIRES, 30 (NA). - El presidente Alberto Fernández se refugia en la agenda internacional en plena interna del Frente de Todos para diagramar el armado electoral oficialista.
El mandatario, relegado de la definición, cumple con las tareas que mejor le sientan en la última etapa de su gestión.
Durante la mañana, el jefe de Estado compartió un desayuno con el reciente presidente electo paraguayo, Santiago Peña, en la Quinta de Olivos, para realizar las presentaciones formales entre ambas naciones.
Acompañado por el canciller Santiago Cafiero, alejado en los últimos días del presidente y concentrado en su actividad en el Palacio San Martín, el jefe de Estado recibió a Santiago Peña Palacios y a su delegación en la residencia presidencial.
Según informaron desde el área de Comunicación de Presidencia, el mandatario expresó "el interés de continuar trabajando en la integración entre ambos países", además de confirmar su participación en la ceremonia de transmisión de mando de Paraguay, que se realizará el próximo 15 de agosto en Asunción.
Durante el encuentro que se extendió por dos horas, además, coincidieron en el objetivo de "fortalecer las democracias y contribuir a la construcción de una zona de paz y unidad", como así también resaltaron el desarrollo del MERCOSUR y el relanzamiento de la UNASUR.