Editorial

Facebook y la Big Data

El uso cotidiano de las redes sociales nos parece claramente inofensivo. Sin embargo, todo indica que no lo es. 

Los reguladores de Nueva York están investigando la recopilación de datos íntimos de consumidores de Facebook como los ciclos menstruales y el peso corporal, a través de aplicaciones para teléfonos inteligentes.

Por otra parte, Facebook confirmó que había recibido una carta del Departamento de Servicios Financiero del estado de Nueva York para obtener información sobre el intercambio de datos.

El regulador, mejor conocido por tomar medidas enérgicas contra los grandes bancos, exigió que Facebook entregara los nombres de todas las compañías que habían proporcionado información sobre sus aplicaciones en los últimos tres años, según la fuente.

Otras solicitudes se enviaron a las desarrolladores para obtener información sobre sus contratos con Facebook.

Un informe del Wall Street Journal del 22 de febrero encontró que los datos íntimos se podían compartir con Facebook desde al menos 11 aplicaciones utilizando una herramienta diseñada para ayudar a destinatarios de los anuncios, incluso si los usuarios no eran miembros de Facebook.

La información recopilada por las aplicaciones incluía datos personales sobre el peso corporal, el estado del embarazo, la ovulación y las compras en el hogar, según el periódico.

La red social aseguró que estaba revisando la solicitud.

"Es común que los desarrolladores compartan información con una amplia gama de plataformas para publicidad y análisis", dijo un portavoz de Facebook.

"Exigimos a los otros desarrolladores de aplicaciones que dejen en claro a sus usuarios la información que comparten con nosotros y prohibimos a los desarrolladores de aplicaciones que nos envíen datos confidenciales. También tomamos medidas para detectar y eliminar los datos que no se deben compartir con nosotros".

La investigación de Nueva York se produce en medio de un amplio debate sobre la privacidad en línea. Los grupos de interés testificaron esta semana en audiencias en el Capitolio sobre las opciones para fortalecer la protección luego de varios escándalos de alto perfil que involucran a Facebook y otros gigantes tecnológicos.

Pero... ¿cómo es que la recopilación de datos funciona? Cada vez que chateamos con una persona por Whatsapp, le ponemos me gusta a una publicación en Facebook o comenzamos a seguir a alguien en Instagram, debemos tener en cuenta que, detrás de ello, hay una sola empresa. Es por ello que, basados en nuestros contactos más frecuentes, vemos las publicaciones de ellos más seguido. Surgidas para poder contactarte con todo el mundo, las redes sociales no hacen otra cosa que encerrarte en tu círculo íntimo "virtual". 

Cada actividad en las redes sociales, deja una huella. Una huella digital. Las billones (sí, millones de millones) de actividades conforman lo que se denomina “grafo”, desde el cual se puede extraer información para hacer “inferencias”, como “predecir atributos de usuarios y entender su comportamiento. A eso se lo llama Big Data.

Alejandro Oliveros, organizador de un evento sobre este tema en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (a través de la Sociedad Argentina de Informática) en conjunto con la Universidad Nacional de la Plata, destacó en declaraciones al diario La Capital de Mar del Plata hace tres años: “una de las características de Facebook es que todo es un grafo: de amigos, de personas a páginas, de personas a grupos, relaciones entre personas y sus publicaciones”.

De ese grafo se puede extraer información para analizar los millones de datos que diariamente los usuarios publican en la red social, en el marco de un trabajo que los investigadores realizan con tres herramientas que son de código abierto: Hive, Presto y Scuba. Las tres determinan, casi en tiempo real, qué es lo que hace, quiere, prefiere los usuarios de la red social.

Lo que está en juego aquí es que, este enorme cantidad de datos, es puesta a disposición por parte de Facebook a diferentes empresas, las cuales pagan fortunas para saber cómo actuamos. Y, sobre todo, como podrían hacernos cambiar de opinión.

Hoy, hay muchas dudas acerca de qué tan privados son los datos. Y, seguramente, hay muchas certezas de la ignorancia que tenemos al dejar que nuestra huella digital termine operando por sobre nuestros gustos e intereses. 

Estos datos pueden ser de mucha ayuda para nuestra cotidianeidad. Pero asusta cuando lo vemos. Solo hace falta pedirle a nuestro Google Maps que nos muestre por donde estuvimos. Nos dirá con exactitud cuanto tiempo caminamos, cuanto estuvimos en nuestra casa, en nuestro trabajo... y en función de esto, nos podría sugerir caminos alternativos para bajar la frecuencia, pero también qué negocios tenemos cerca para comprar lo que nos gusta o recordarnos que podríamos volver a un lugar por el que pasamos una vez. 

Debemos tomar conciencia de la importancia que hoy implican las redes sociales y el aporte absolutamente gratuito que hacemos para estas enormes empresas (conocidas por la sigla GAFA por Google, Apple, Facebook y Amazon), que han desbarrancado a las de antes. 

Autor: REDACCION

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