Editorial

Exportación en baja

Consecuencia de resoluciones del Gobierno nacional, derivadas de su necesidad de captación de dólares para hacer frente a una serie de compromisos por el pago de deudas, se encuentra afectada la producción, buena parte de la cual está destinada a las exportaciones. Las que, junto a los productos del campo, sostienen el ingreso genuino de divisas, determinantes para que cualquier país del mundo tenga superávit y consecuentemente la posibilidad de sostener su funcionamiento sin tener que recurrir a la toma de empréstitos para financiarse. Es decir, lo que vino haciendo la Argentina en los últimos años, aunque eso ha cambiado en estos dos últimos años, por una serie de factores, siendo uno de ellos -tal vez el más importante- la falta de inversión que hubo en el rubro energético, que ha llevado a que la Argentina, de tener autoabastecimiento e incluso algunos remanentes exportables, haya tenido que pasar a depender de la compra de energía en el exterior, lo que el año pasado demandó 10.000 millones de dólares, y en el presente 2012 estará en el orden estimado de 14.000 millones de dólares.

Planteado este escenario, es que las exportaciones se han visto claramente afectadas, en parte por la crisis que afecta a gran parte del mundo, pero mucho más por las medidas restrictivas impuestas sobre las importaciones, que impiden el ingreso de algunos insumos indispensables. Es que el año anterior hubo importaciones por 74.000 millones de dólares, siendo la cuarta parte de esa suma insumos destinados para la terminación de productos nacionales, que luego a su vez son exportados.

Una perspectiva muy amplia la ofreció sobre este tema el economista Marcelo Elizondo, de reciente visita a la ciudad, pudiendo ser la síntesis "el comercio exterior en la Argentina no está bien", que fue una de sus contundentes definiciones, recordando que ya en abril la actividad anual tenía un descenso del 6% con relación a igual lapso de 2011, y además que si bien en el presente cuatrimestre la expansión fue de 4% poco tiene que ver con el 24% que había crecido el año pasado en ese mismo período. La debilitación del sector es más que evidente, siendo muy diferente a lo que sucede en países de la región como Brasil, Chile, Perú y Colombia, que tienen dinamismo y generan oportunidades de negocios, inclusive con inversiones extranjeras, que aquí en cambio se encuentran restringidas.

También quedó planteada la menor competitividad debido por razones cambiarias, citándose como forma de ejemplo que en 2004 las exportaciones significaban el 24% del PBI y ahora sólo el 18%, lo cual está marcando claramente una retracción, que es aún más seria que el estancamiento.

La anticipación de la posibilidad de un ajuste cambiario está deslizándose en el horizonte, considerando que la inflación fue muy por encima de la cotización del dólar. Una alternativa que si bien ha sido enfáticamente rechazada desde el gobierno, se trata de una cuestión técnica que está más allá de los deseos, tal como sucedió recientemente con la pesificación de algunas variables de la economía, lo cual también había sido categóricamente desechado muy poco antes por calificados voceros gubernamentales.

La situación de Rafaela también fue abordada por Elizondo, destacando algunas condiciones muy favorables que tenemos aquí en el rubro exportador, exaltando la capacidad que han tenido muchas empresas para afianzarse como vendedoras en el exterior, disponiendo de prestigio y confianza, algo no muy habitual en el mundo del comercio. "Rafaela suma su reputación -sostuvo-, la marca de la ciudad que es un valor intangible que se suma a los valores tangibles como los productos, lo que permite seguir vendiendo aunque el negocio no sea tan bueno como fue".

De todas maneras, si bien la descripción alcanza a Rafaela desde sus orígenes en el afianzamiento exportador, el presente también ofrece algunas dificultades que se manifiestan en la baja productiva y en ciertas restricciones laborales que, por ahora al menos, tienden un panorama de incertidumbre, si bien existe la confianza que una vez superada la coyuntura desfavorable, se podrá regresar a un plano superior, tal como sucedió otras veces.

Autor: Redacción

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