Editorial

Exceso de peso y caries

A pesar de las campañas gubernamentales, el boom de las dietas y la concientización sobre la íntima relación entre salud y comida, el consumo de los alimentos menos sanos aumentó en casi todos los países. Por lo menos 600 millones de personas son obesas y 2.100 millones sufren de sobrepeso. Unos 2,8 millones murieron por elevado índice de masa corporal. Son algunas cifras de las investigaciones publicadas por la revista científica The Lancet.

Los expertos advierten que comer mal es una de las mayores causas de mortalidad y discapacidad, sobre todo por las enfermedades crónicas no transmisibles que puede causar. La investigación incluyó el análisis de 325 estudios, que abarcan estadísticas de 187 países recogidas en dos décadas. Se reconoce que en la actualidad se ingieren más alimentos "sanos", pero aumentó aún más el consumo de comida poco sana como la sal, las carnes rojas, los alimentos procesados y las bebidas azucaradas.

La comida ultraprocesada es la menos recomendable, pero tiende a dejar mejores ganancias a las empresas productoras. La industria promueve esos productos desde el atractivo visual, la posición en las góndolas o la rápida accesibilidad, creando un ambiente nutricional dañino. Se impulsa la creación de un ciclo vicioso, sustentado en la repetición de los hábitos alimenticios. Es notorio en los barrios de bajos ingresos, donde la población dispone de menos dinero y tiempo para tener una dieta mejor. 

Otro de los problemas es que dentro del amplio espectro de medidas que pueden tomarse esas acciones se realizan sin una adecuada coordinación. Siguiendo algunas recomendaciones de la OMS, 50 países -entre ellos, la Argentina- requieren que la comida procesada muestre la información nutricional en el paquete. En Los Angeles, una campaña alienta a las empresas a informar en las bebidas azucaradas la cantidad de sobres de azúcar a la que equivale el contenido de la botella o la lata. En México rige un impuesto a la comida chatarra y las bebidas azucaradas.

En Samoa, uno de los países más afectados (el 85% de la población es obesa o tiene sobrepeso), se prohibió la importación de rabos de pavo, aunque luego se permitió, pero con un arancel, por exigencias de la OMS. Corea del Sur y Gran Bretaña impusieron restricciones en los avisos televisivos de los alimentos con bajo poder nutritivo para chicos.

Si bajamos a la realidad de nuestro país, cuatro de cada diez chicos en edad escolar está excedido de peso y tres de cada diez tiene caries son las conclusiones a las que arribó un relevamiento realizado por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires durante el año pasado. Además, el trabajo determinó que dos de cada diez chicos presenta problemas de oclusión (no muerde como corresponde).

Son los tres problemas de salud más frecuentes entre los chicos que van a la primaria en la provincia de Buenos Aires. El relevamiento se realizó a través del Programa de Sanidad Escolar (PROSANE) sobre 17.848 chicos que tienen entre 6 y 12 años.

El año pasado, los equipos de atención primaria que formó la Provincia para llevar adelante el PROSANE, evaluaron el peso y la talla de 45.638 chicos que concurren a 949 establecimientos educativos, a los que también se les realizó una revisión pediátrica y odontológica.

"Sobre ese total analizamos 17.848 y observamos que el exceso de peso se mantiene como un problema de salud prevalente, al igual que esta epidemia mundial derivada de la mala dieta y de la falta de actividad física", explicó Luis Crovetto, director provincial de Atención Primaria, según publicó la agencia Noticias Argentinas.

Al finalizarse la recolección de los datos, se observó que un 24,2% de los chicos presentaba exceso de peso, mientras que en un 18,4% se halló algún nivel de obesidad, según las curvas de medición del crecimiento avaladas por la OMS.

El trabajo reveló que sobre un universo total de 45.638 alumnos de la primaria, un 30% presentaba caries y un 18% mal oclusiones. "Las caries conjugan dos causas muy frecuentes en los chicos: falta de higiene y mala alimentación", sentenció Mario Calcaterra, de la dirección provincial de Salud Bucal. 

El odontólogo precisó que como es prácticamente imposible privar a los chicos de golosinas, es fundamental crearles el hábito de cepillarse los dientes al despertar, después de cada comida y antes de dormir, pero el cepillado no es suficiente, hay que incorporar el hilo dental.

El médico Adrián Cormillot opinó en diario La Nación que es necesario implementar políticas públicas y el Estado debe regular la industria alimentaria si quiere superar la obesidad. Están en juego no solamente políticas públicas sino también una dieta saludable desde las familias.

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web