Editorial

Evolución sojera

"Fue lindo mientras duró", tal el llamativo título de una nota elaborada por el economista Juan Manuel Garzón de la Fundación Mediterránea, quien aborda el tema relacionado con el poder de compra de la soja, medido en metros cuadrados de construcción. El análisis lleva a concluir que en la actualidad, consecuencia del aumento de los costos en dólares y la aplicación de las retenciones en alza, el poder de compra de la soja se encuentra en la actualidad en un nivel muy parecido al que existía en los años de la convertibilidad.

Para sostener esos dichos, el analista recurrió a los números, irrefutables en el momento de la discusión. Es así que en el lapso entre 1992 hasta 2001, un camión de soja con 28 toneladas, tenía un valor de mercado interno equivalente a 16,3 metros cuadrados de construcción, en tanto que ahora, con esa misma cantidad de soja se pueden comprar 12 metros cuadrados, lo cual significa un retroceso del 25%. 

De las dos últimas décadas, el mejor período en cuanto al poder de compra de la oleaginosa, siempre tomando como referencia el mercado interno, fue el lapso comprendido entre 2002 y 2005, cuando con la misma cantidad de soja mencionada arriba se podían adquirir 24 metros de construcción, es decir, exactamente el doble que en la actualidad.

Se puntualizan algunas referencias realmente interesantes, como por ejemplo que este año el precio promedio de la soja estaría en los 525 dólares por tonelada, nada menos que un 133% por encima del lapso 1992-2001 en que la soja estaba en 225 dólares la tonelada. Puede verse, que aún con la gran suba del precio internacional el poder de compra interno se ha debilitado ostensiblemente, existiendo dos razones que permiten explicarlo, siendo una de ellas la elevación de los costos en dólares, que desde entonces crecieron significativamente respecto a la década del ´90, un 25% en bienes y servicios y un 115% la construcción. La otra es por los derechos de exportación, nada menos que las retenciones, ya que una gran parte del aumento del precio internacional queda en manos del Estado.

Consigna el autor que "de hecho, cuando se analiza el poder de compra de la soja desde la perspectiva de la economía como un todo, los resultados antes presentados se modifican. En este caso, un camión de soja compra más o menos la misma cantidad de metros de construcción que en los ´90, pero con una diferencia clave: ahora un 35% del valor de lo que transporta el camión pertenece al Estado".

Se deja constancia además, que a partir de los años 2006-2007 y hasta la actualidad, el poder de compra de la producción del campo comenzó un período de muy claro deterioro, consecuencia del doble ajuste que recae sobre el sector, que viene siendo objeto de una cada vez mayor presión tributaria, pero además, impacta muy fuerte el encarecimiento de los costos locales, tanto para producir como para vivir, creciendo de manera acelerada, lo cual no sucede en otros lugares del mundo, donde se conserva una situación estable que permite sostener la producción y su rentabilidad. Se cita que entre 2006 y 2013 el costo de vida en dólares creció a un promedio del 13%, llegando a cuadruplicar la evolución del costo de vida en otros países.

De tal manera, la gran revalorización de los commodities es neutralizada por esa letal combinación de la fuerte presión tributaria y el elevado incremento de los costos internos medidos en dólares.

El escenario fue transformándose para mal, pues dejó de contar con un dólar competitivo para fomentar las exportaciones, además de la baja inflación y los impuestos moderados, ofreciendo una perspectiva positiva para el comercio exterior, en tanto que ahora, con un tipo de cambio bajo, elevada inflación y presión tributaria de niveles poco menos que confiscatorios, modificaron sustancialmente la situación. Es por esas razones, que el cambio de modelo tiene sus consecuencias, y muy directas, como ser que desde 2006-2007 no se advierte crecimiento en los volúmenes producidos, quedando cada vez más alejada la posibilidad de alcanzar cifras récord en materia productiva, neutralizada por las erróneas políticas oficiales.

Es así, que la tendencia alcista que venía desde fines de la década del ´90 y comienzo del 2000, prácticamente ha desaparecido.

Autor: REDACCION

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