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Europa batalla para defender su moneda

BRUSELAS, 13 (AFP-NA). - Los ministros de Finanzas europeos se reunieron ayer en Bruselas por segundo día con

el objetivo de evitar el contagio de la crisis de la deuda a España e Italia porque lo que está en juego, a término, es la unión monetaria.

La reunión del lunes en Bruselas de los 17 ministros de Finanzas de la zona euro desembocó en promesas de nuevas medidas para apoyar a Grecia, para la que algunos ya no descartan una suspensión de pagos, de la que Atenas no quiere ni oír hablar. "Queremos una cobertura total de nuestras necesidades de préstamo y de la estabilidad del sistema financiero griego, que es una parte del sistema financiero europeo. Esta cobertura la deben ofrecer el BCE (Banco Central Europeo) o la Eurozona y los  Estados miembros (...) y no hay otra posibilidad", afirmó el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos.

Respondía así a su homólogo holandés, Jan Kees de Jager, quien antes de la reunión de este martes de los 27 países miembros  de la Unión Europea (UE) había afirmado que la zona euro ya no descartaba un default (suspensión de pagos) parcial de Grecia.

En la reunión del lunes, los europeos también se plantearon reforzar los mecanismos anticrisis de la unión monetaria, pero esto no bastó para frenar la sangría en los mercados financieros, que siguieron tensos pese a que el movimiento de pánico remitió.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde solicitó una "rápida puesta en práctica" de las medidas prometidas.

Ante este panorama, el presidente de la Unión Monetaria, Herman Van Rompuy, prevé convocar para el viernes una cumbre extraordinaria de los dirigentes de los países de la zona euro para definir una respuesta coordinada.

La cumbre "no se ha descartado", afirmó en rueda de prensa en Madrid. La probabilidad de que se celebre la cumbre es una prueba más de la creciente inquietud de los responsables europeos frente al riesgo de que la crisis de la deuda alcance a países tan importantes como Italia y España, lo cual pondría en peligro a la unión monetaria doce años después de su creación.

Los dos países en el punto de mira, Italia y España, también reaccionaron.

"El plan de financiación de nuestra deuda tiene todas las garantías", afirmó el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, mientras su homólogo italiano Silvio Berlusconi exhortaba a la población a mantenerse "unida" y dispuesta a hacer los "sacrificios" que exige el rigor presupuestario.

Los tipos de interés solicitados por los mercados financieros para prestar fondos a España e Italia se dispararon, una situación que, de persistir, sería insostenible para las finanzas públicas de esos países.

La intensificación de la crisis somete a Europa a una fuerte presión para encontrar soluciones consensuadas, sobre todo en lo referente al segundo plan de rescate para Grecia.

El conjunto de la clase política italiana manifestó ayer su voluntad de adoptar esta semana un plan de austeridad con el fin de tranquilizar a los mercados por el temor de un contagio de la crisis de la deuda. En su primera declaración pública desde que los mercados iniciaron el viernes a atacar a la tercera economía de la llamada eurozona, el jefe de gobierno, Silvio Berlusconi, reconoció que Italia atraviesa un "momento no fácil" y llamó a la "unidad" del país.

Autor: Redacción

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