Editorial

Estadísticas falsas

Gran parte del "relato" llevado adelante durante los años del gobierno K, en algunos casos estrepitosamente como ha ido quedando en evidencia, y en otros aspectos con mayor lentitud pero igual destino de frustración, van comprobándose las alteraciones de los índices y estadísticas, que ahora puestas en orden, van revelando datos que están alejados de aquellos que fueron difundidos durante ese período. Uno de ellos, fundamental para calificar lo sucedido, fue revelado por el INDEC, quedando en claro que el crecimiento de la economía en los últimos 10 años fue mucho menor a lo que se decía entonces. Es que tras el recalculado efectuado ahora, con el aporte de datos puestos en orden y sin los retoques que se hacían para "dibujar" los números, tenemos que en el lapso 2004-2014 la actividad económica creció 45,1% y no el 62,9% que se decía desde el INDEC intervenido por el kirchnerismo.

Las mayores desviaciones, según quedó comprobado con una prolija revisión de todo lo actuado durante el nefasto ciclo anterior, se produjeron a partir de 2007, cuando la "intervención" de las diversas áreas del organismo estadístico, en especial la correspondiente a los precios, y que luego se extendió también a la encuesta permanente de hogares o el rubro cuentas nacionales.

Precisamente, tal lo puntualiza el periodista-economista Ismael Bermúdez en una reciente nota, de acuerdo con informes obtenidos desde el nuevo personal del INDEC, las nuevas mediciones no surgen de correcciones de las anteriores sino de una nueva elaboración en base a fuentes alternativas, como por caso en el tema precios se recurrió al IPC o al costo de la construcción en la ciudad de Buenos Aires y otras Provincias, debido al maquillaje de las cifras de inflación que habían realizado las anteriores autoridades del Instituto.

Dadas tales circunstancias se pudo comprobar que entre ambas mediciones quedaba en evidencia que para el anterior INDEC la economía en toda la década se mantuvo en permanente crecimiento, en tanto que los nuevos estudios registran que en 3 de los 10 años hubo bajas con contracción bastante fuerte de la actividad, y además, importantes retrocesos en las inversiones. La más significativa fue en 2009, simultáneamente a la crisis internacionales, con un retroceso de 6 puntos, cuando la medición del INDEC de entonces daba apenas 0,1% de caída. Tales diferencias, en igual sentido aunque en menor magnitud que la anterior, ocurrieron en 2012 y 2014, en este último caso tras la devaluación dispuesta, cuando oficialmente se daba cuenta de un descenso de 0,5% cuando en realidad había sido de 2,6%. Y otro dato más en la misma dirección, advierte que en los últimos 4 años del gobierno K, cuando desde el INDEC se informaba que la actividad económica había crecido 6,7% en realidad, con los nuevos números, se comprobó que esa expansión fue solamente de 1%, es decir, tuvimos en esos últimos cuatro años de la presidencia de Cristina Kirchner una economía estancada. Muchas de cuyas consecuencias están pegando más fuerte ahora, cuando al buscar revertirse esas situaciones irregulares, se están poniendo las estadísticas en sintonía con la realidad.

Esencialmente, todas las diferencias parten desde el maquillaje que se hizo en la medición de la inflación, la que al ser disminuida notablemente, tuvo impacto en el resto de las estadísticas, que partían desde bases falseadas, como por ejemplo la pobreza, la indigencia, los ya referidos índices de la actividad económica, el poder adquisitivo y todo el resto de mediciones. 

Las manipulaciones que se hicieron de las estadísticas respondieron a un patrón político y no la verdadera aplicación de las cifras reales, abandonándose metodologías y fuentes de datos, las que ahora fueron recompuestas y vueltas a utilizar dentro del sistema. Una de las alteraciones más significativas se dio en 2013 cuando fue cambiada la base de cálculo de la medición de 1993 a 2004 por el simple hecho de alcanzar porcentajes de crecimiento más destacados.

Este fue el manejo que se hizo del INDEC para obtener cifras que "conformaran" al Ejecutivo. ¿La realidad?, esa era otra historia, que justamente ahora debe ser recompuesta.

Autor: Redacción

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