Ayer por la tarde, el Cine Teatro Municipal Manuel Belgrano volvió a ser un lugar de encuentro para las familias que llenaron la sala. En el marco del Festival de Teatro de Rafaela, se llevó adelante la obra "Había una vez... una canción de María Elena".
Desde Córdoba llegó esta propuesta infantil que busca unir generaciones a través de la música de la gran poeta, escritora y artista, María Elena Walsh. Sus canciones atravesaron los corazones de los más chicos, pero también de los adultos que recordaron aquellos versos y rimas, aquellas historias entrañables.
Eso que suele distanciar a los niños de los más grandes, ayer se esfumó para darle paso al encuentro y al disfrute. Gracias al buen uso de la música y de la coreografía, sumado también a la destreza de los actores sobre el escenario, se pudo viajar usando la imaginación.
Caita Barberán, Franco Del Rio y Agostina Lameiro son los intérpretes de esta obra que utiliza la austeridad de la escena para dar lugar a la creatividad. Los elementos sobre el escenario son pocos, pero la imaginación es mucha y eso es lo que buscan demostrar. Con sillas se puede hacer una montaña y con sillas también se puede simular un viaje en auto o en tren. Las historias se hilvanan así, sutil pero dinámicamente, para contar una historia aún más grande, todos los 'había una vez' que se puedan imaginar. Desde un gato que quería buscar pececitos, hasta un amigo con mucha mala suerte; con números de baile sencillos y un gran despliegue vocal, los tres artistas en escena narran las historias más hilarantes. Los adultos recuerdan, pero los niños resuenan en cada rima con esa frescura que los caracteriza. Todo el público aplaudía y cantaba al son de "El show del perro salchicha", "La Princesa Siu Kiu" y "La calle del gato que pesca", y esperaban con ánimos la siguiente canción.
De esta forma, con la fuerza del teatro, pero sobre todo del arte, la obra de María Elena Walsh sigue llegando a todos los rincones del país. Maestras la leen en las escuelas, niños escuchan sus canciones y, en casos como este, se exploran los argumentos de esos temas que contaban mucho más que unas rimas.
Como en todas las ediciones del festival, las familias acompañan las obras infantiles y aprovechan también el tiempo libre de los chicos por las vacaciones de invierno para sumarse a estas propuestas.
CIRCO BAJO EL SOL EN LA PLAZA DEL SOLDADO
Salpiclown también hizo lo suyo en la Plaza del Soldado; bajo el sol de la tarde que opacó al frío intenso de la mañana, el público hizo una ronda para poder apreciar las piruetas y el show circence de esta compañía que viajó desde Vicente López. Con gran destreza, las acrobacias deslumbraban a los más chicos, pero también a los grandes, que mientras tanto disfrutaban de unos buenos mates. Nanu y Mesie compartieron desafíos donde combinaron coreografías musicales con distintos elementos circenses que, además de un sin fin de situaciones divertidas, hicieron placentero el show.
Este espectáculo fue presentado en numerosas salas teatrales y espacios abiertos plazas y anfiteatros, del corredor norte del conurbano bonaerense Vicente López, San Isidro, San Fernando, Tigre, y San Martín. Entre otras salas como la del Museo Nacional de Buenos Aires.