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Es clave cumplir con todo el tratamiento

Buenos Aires, 2 (Especial de NA, por Leonardo Coscia). - La simplificación del tratamiento antihipertensivo y el compromiso del paciente en el cuidado de su salud son factores decisivos en la adherencia y reducen la mortalidad y el riesgo de sufrir infartos y accidentes cerebro vasculares.

La hipertensión arterial (HA) -principal causa de muerte en el mundo, ya que multiplica el riesgo de sufrir enfermedades

cardíacas, ACV y enfermedad renal, entre otras- afecta a más de un tercio de la población adulta, pero cuenta con tratamientos muy eficaces que incluyen cambios en ciertos hábitos y terapias farmacológicas adaptables a cada caso y a cada persona. 

A pesar de la eficacia de los tratamientos, se estima que apenas una de cada cinco personas hipertensas logra mantener su presión arterial dentro de los valores considerados normales. Esto se debe principalmente a dos factores: la gran cantidad de pacientes que desconoce su condición de hipertensos y, entre los que reciben algún tipo de tratamiento, la escasa adherencia al mismo, una de sus mayores debilidades.

El 52 por ciento de los pacientes que inician un tratamiento antihipertensivo lo abandonan antes de los seis meses.

Este dato corresponde al ENSAT, único estudio de relevancia hecho en la Argentina sobre adherencia al tratamiento antihipertensivo en 1.800 pacientes de todo el país. "Lo que se vio es lo mismo que vemos en nuestra práctica diaria: los pacientes modifican las dosis, modifican los horarios de toma de los medicamentos, o dejan de tomarlos ya sea porque refieren efectos indeseables, o porque ‘se sienten bien’, o porque ‘se sienten mal’", comentó Roberto Ingaramo, expresidente de la SAHA y fellow de la American Society of Hypertension, quien dirigió aquel estudio pionero realizado en 2000 y cuyos resultados fueron publicados en 2005 en la Revista Argentina de Cardiología. 

Por su parte, Marcos Marín, médico cardiólogo de la Sección Hipertensión del Hospital Italiano de San Justo y miembro de la Comisión Directiva de la SAHA, remarcó que "la mayoría de los estudios sobre adherencia realizados en el mundo revelan que alrededor de la mitad de los pacientes abandona el tratamiento antes de un año, y es por eso que, en nuestro país, apenas una de cada cinco personas con hipertensión arterial tiene su presión controlada".

Si bien el control de la hipertensión arterial parece haber mejorado cuando se lo compara con los años 80, aún continúa estando lejos del teóricamente posible. "Los últimos estudios clínicos controlados publicados en los años 2000 nos han mostrado que entre el 70 y el 80 por ciento de los hipertensos pueden ser controlados, y sin embargo en las muestras poblacionales sólo poco más de la mitad de quienes son tratados lo están", afirmó por su parte Martín Salazar especialista miembro de SAHA. Salazar, quién actualmente está coordinando el primer proyecto conjunto con los pares de la Sociedad Brasileña de Hipertensión, referido a este, manifestó que "no existe en Latinoamérica un estudio multinacional sobre la adherencia a los tratamientos para la hipertensión".

"Por eso las sociedades de hipertensión de Brasil y Argentina están abocadas a enfocar este tema con un trabajo

multicéntrico que consiste básicamente en una encuesta estructurada sobre adherencia dirigida a ambos, médicos y pacientes hipertensos, y que contempla además indicadores socioeconómicos, de educación y de accesibilidad a los tratamientos. Estamos esperanzados en poder mejorar la adherencia de nuestros pacientes a los tratamientos antihipertensivos", dijo. El tratamiento de la hipertensión arterial incluye primariamente medidas no farmacológicas, como la reducción del consumo de sal, el control de peso, la realización de un programa de ejercicios físicos (siempre adecuado a la edad y a la condición clínica) y otras medidas como no fumar y evitar el exceso de alcohol.

Sin embargo, y a pesar de que estos factores son muy importantes, es muy difícil evaluarlos cuando se mide adherencia, y este concepto por lo general se restringe al tratamiento farmacológico.

De todas maneras si se evaluara la adherencia e inclusive la prescripción médica del tratamiento no farmacológico, de cambios de hábitos y dieta, seguramente los resultados serían tan malos o peores que los que describimos con el tratamiento farmacológico. 

Sin embargo, parece evidente que la adherencia al tratamiento implica conductas que van más allá y que involucran una visión más integral del cuidado de la salud, lo que también se traduce en beneficios.

Marín mencionó al respecto un meta-análisis publicado en el British Medical Journal en junio de 2006, en donde se reveló que entre los pacientes que adhirieron al tratamiento hubo una mortalidad un 44% menor que entre los no adherentes, aun cuando se tratara de un placebo.

Si bien este meta-análisis de adherencia no se refiere específicamente al tratamiento antihipertensivo sino a

tratamientos sobre enfermedades cardiovasculares en general, esto revelaría, según el especialista, que "hay pacientes que son más cuidadosos, y en general, la persona que ‘toma la pastillita’ es la persona que también se cuida de una manera más integral, que come bien y que no fuma". "Siempre es importante observar las medidas no farmacológicas, pero lo más importante es que el paciente alcance los objetivos terapéuticos", subrayó Marín.

Autor: REDACCION

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