La consigna con la que ayer se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación fue "Un mundo #HambreCero para 2030 es posible", definido por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Y el lema para alcanzar ese objetivo dice que “Nuestras acciones son nuestro futuro” aunque la tarea no es fácil. Es una prioridad máxima intensificar los esfuerzos para acabar con el hambre, ya que, a nivel mundial, el hambre crónico y la desnutrición vuelven a incrementarse, advierte la FAO.
Según un estudio de esta entidad, en el año 2017 casi 821 millones de personas en el mundo pasaron hambre, lo que es lo mismo decir que uno de cada nueve habitantes del planeta no pudo satisfacer sus necesidades de alimentación. Al mismo tiempo, señala que un tercio de los alimentos que se producen en el mundo son despilfarrados y acaban en la basura.
En esta fecha, el Ministerio de Salud de la Nación puso énfasis en incorporar 5 porciones de frutas y verduras al día para tener una alimentación más sana y prevenir enfermedades crónicas como las cardiovasculares, algunos cánceres, diabetes y obesidad, entre otras. En la Argentina, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), se dio a conocer que el consumo diario de frutas y verduras es muy bajo en relación a lo recomendado y sólo el 4.8% de la población consume 5 porciones diarias entre frutas y hortalizas.
Para consumir la cantidad recomendada entre frutas y verduras a lo largo de un día se deben incorporar 5 porciones de 80 gr cada una, dos porciones pueden ser de verduras y tres de frutas. Para esto se recomienda que la mitad del plato en almuerzo y cena tenga verduras. Lo ideal es consumirlas crudas para conservar todas las vitaminas e incorporar variedad de colores. A su vez se pueden incluir frutas como postre o entre comidas: frescas, en ensaladas o asadas con cáscara, señaló la cartera sanitaria.
Asimismo, el último relevamiento realizado por el Observatorio de Consumos Problemáticos, a cargo del Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello, puntualiza que el 71% de los adolescentes y jóvenes de hasta 25 años que viven en el conurbano bonaerense reconoció nunca haber recibido consejos nutricionales por parte de profesionales, mientras que el 58 % no cumple con las cuatro comidas principales.
En tanto, el 47% afirmó que se saltea el desayuno y el 30% admitió que consume golosinas y/o snacks "todos" o "casi todos" los días de la semana, mientras que el 54% dijo que no practica ningún deporte ni realiza actividad física, resalta el estudio divulgado al conmemorarse ayer el Día Mundial de la Alimentación.
Los resultados coinciden con las recientes advertencias de la Relatoría sobre el Derecho a la Alimentación de la ONU en relación a "la monotonía de la dieta argentina", la falta de aplicación efectiva de las regulaciones para limitar la publicidad de comida chatarra destinada a niños, niñas y adolescentes (NNyA), y el alto consumo de productos alimenticios altamente procesados.
El estudio de la Defensoría consignó que el 60% de los adolescentes y jóvenes no come diariamente verduras, mientras que el 66% no consume frutas. A su vez, el 72% reconoció que le agrega sal ("siempre" o "a veces") a las comidas una vez que son servidas, mientras que el 36% dijo beber diariamente gaseosas y/o jugos industriales (light o azucarados).
Asimismo, el 68% admitió que consume alcohol: el 12% de los consultados (es decir, uno de cada diez aproximadamente) sostuvo que toma bebidas alcohólicas "todos los días" o "casi todos los días" de la semana.
El relevamiento del Observatorio se realizó mediante entrevistas presenciales que se llevaron a cabo entre el 1º y el 12 de octubre, en localidades del conurbano, abarcando 442 casos al azar, correspondientes a adolescentes y jóvenes de hasta 25 años de edad. "Realmente, los resultados nos hicieron encender una luz de alarma. Por una parte, es evidente que la difícil situación económica influye en el hecho de que no se pueda cumplir con las cuatro comidas diarias y en la baja calidad nutricional de los alimentos que se consumen. Pero también hay importantes factores culturales que impactan de lleno y que demandan acciones urgentes desde los distintos niveles del Estado", destacó Martello.
Mientras ayer se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación, hoy es el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza. Según datos del Banco Mundial, más de 700 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema. Más allá de que se trate de una estadística dolorosa, la entidad destacó que "la pobreza extrema disminuyó rápidamente a nivel mundial, el número de personas extremadamente pobres, es decir quienes subsisten con menos de USD 1,90 al día, se redujo de 1900 millones de personas en 1990 a alrededor de 736 millones en 2015".