Editorial

Ensañamiento con los pobres

Nuevamente el papa Francisco reinstaló el debate en torno a la problemática de la pobreza al denunciar esta semana el "ensañamiento" y la "arquitectura hostil" contra los pobres, que siguen siendo más del 10 por ciento de la población mundial más allá del compromiso enfático de las instituciones que conforman la denominada gobernanza global de luchar contra este flagelo. En un mensaje que será divulgado en ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres que se celebrará en noviembre aunque fue divulgado por el Vaticano, el Sumo Pontífice señaló que "pasan los siglos, pero la condición de ricos y pobres se mantiene inalterada, como si la experiencia de la historia no nos hubiera enseñado nada". Indignado pero no resignado, el pontífice hizo un nuevo análisis de la "inequidad" que reina en las sociedades modernas, donde una persona puede ser dueña de fortunas de casi 100 mil millones de dólares mientras no cuentan si siquiera con 2 dólares por día para poder comer.

En el texto papal se destaca la necesidad de "nombrar las numerosas formas de nuevas esclavitudes a las que están sometidos millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños". El pontífice latinoamericano, sumamente sensible a ese tema, mencionó entre esos nuevos esclavos a los inmigrantes, los huérfanos, los desempleados, las prostitutas, los drogadictos, los marginados y las víctimas de violencia. En el documento subrayó que "se ha llegado hasta el punto de teorizar y realizar una arquitectura hostil para deshacerse de su presencia, incluso en las calles, últimos lugares de acogida". Al respecto, detalló que "son tratados como desperdicios, sin que exista ningún sentimiento de culpa por parte de aquellos que son cómplices en este escándalo".

La jornada mundial dedicada a los pobres fue fundada por el papa argentino en el 2016 para poner a reflexionar a los católicos en todos los continentes sobre la distintas formas de explotación del hombre y a su vez movilizar a la iglesia ante ese grave fenómeno.

Tras este mensaje de tono crítico a la sociedad moderna, el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, consideró que "el papa pide un cambio de mentalidad" porque "la iglesia no puede cerrar los ojos ante ese fenómeno". El papa, que el 17 de noviembre almorzará con 1500 pobres en el Vaticano, pide también que se dejen de lado "las divisiones y las visiones políticas e ideológicas" para fijar la mirada "en lo esencial", en una "mirada de amor y una mano tendida".

Por caso, en relación a instituciones de la gobernanza, la misión del Grupo Banco Mundial está tallada en piedra en la sede de la ciudad de Washington y señala: “Nuestro sueño es un mundo sin pobreza”. Si bien el compromiso tácito y un conjunto de acciones van en esa dirección, los números revelan un costado positivo dado por la reducción de pobres pero por el otro un costado negativo porque siguen siendo muchos. De acuerdo a un estudio divulgado a fines del año pasado, el 10% de la población mundial, 736 millones de personas, sobreviven cada día con menos de 1,90 dólares. No obstante, la cifra de pobres es más alta de acuerdo al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que se unió a la Iniciativa para el Desarrollo Humano y contra la Pobreza de la Universidad de Oxford (OPHI, por sus siglas en inglés) para saber cuántos seres humanos sufren carencias múltiples y simultáneas más allá del dinero. Esa investigación reflejó que son 1.300 millones, una cuarta parte de la población de los 104 países que se han estudiado en el primer Índice de Pobreza Multidimensional global. La mitad son niños según el estudio que incluye datos sobre desnutrición, años de escolarización, estado de las viviendas, el combustible con el que cocinan y así hasta 10 indicadores sobre salud, educación y nivel de vida. Los informes muestran que de los 1.300 millones de pobres, el 46% lo son de manera "severa", es decir, sufren carencias en al menos la mitad de las dimensiones que cubre el índice.

La visión optimista del problema es que en 2015, el 10 % de la población mundial vivía con menos de USD 1,90 al día en 2015, en comparación con el 11 % en 2013 y el 36 % registrado en 1990. Así, en la actualidad, casi 1100 millones de personas menos viven en la pobreza, en comparación con 1990.

En la Argentina, este flagelo atraviesa de lado a lado el país: uno de cada tres habitantes es pobre. Más de 1,3 millones de personas, que habitan 219 mil hogares, padece condiciones de "hacinamiento crítico" en la Argentina, y de ese total 10,2% no tiene agua corriente, 29,6% no posee gas por red y 30% carece de cloacas, según un informe de mayo pasado del INDEC. A este panorama se debe agregar que la pobreza en la infancia y adolescencia alcanzó en 2018 al 51,7%, la cifra más elevada de la década, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.








Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web