La Palabra

En busca de... Tatiana Santori, emprendedora

LP - ¿Tuviste una infancia donde la actividad física era determinante de tus juegos y entretenimientos?

T.S. - Tuve una infancia donde siempre estuve patas para arriba: después de comer, siempre me iba a jugar al living de la casa de mis papás, que tiene unas escaleritas que en mi imaginación eran como la viga que usaba en Atlético, el club donde hacía gimnasia artística. En esas escaleritas hacía los ejercicios que me enseñaba mi profe Dolores. Algunas veces me golpeaba fuerte, pero no le decía nada a mis papás para poder seguir jugando…Y ya de más grande, hacía las coreos que mi profe Mariela nos enseñaba en Aeróbica de competición… Pero sí, básicamente me la pasaba saltando y bailando todo el día…

LP - ¿Continuó esa afinidad con la expresión corporal a medida que ibas creciendo?

T.S. - Sííí… es una de las cosas que me define hasta estos días. Mis papás me enseñaron a amar el deporte,  a fuerza de insistencia también, pero es algo que me acompañó siempre y de hecho hasta ya de grande no puedo pensarme sin estar en movimiento… Siento que moverse, mantenernos activos no solo es un hábito saludable para nuestro cuerpo sino también para nuestra cabeza: creo que el movimiento y el dinamismo corporal de alguna forma influyen también en nuestros modos de pensar y hacer... Ser inquietos nos lleva a hacernos preguntas, a analizar las cosas de diversas formas… En fin, creo que da apertura mental…

LP - ¿Dónde elegiste y pudiste canalizar esos gustos por el movimiento?

T.S. - En gimnasia artística, con mi profe Dolo Monzón y luego en aeróbica de competición, con mi profe Mariela Imfeld. Fueron mis referentes en lo deportivo y hoy por hoy seguimos en contacto a través de las redes sociales, ¡porque para mí son lo más! Luego entrené en  Rosario y cuando volví a Rafaela, empecé a practicar acrobacias aéreas. En ese entonces era algo nuevo en Rafaela, así que doblemente atractivo…

LP - Siendo estudiante en Rosario pudiste participar de una experiencia importante en la destreza física. ¿Cómo se dio esa situación? ¿Con qué resultados?

T.S. - Estaba entrenando en el Club Provincial de Rosario y participé en varios torneos de gimnasia artística, con algunos compañeros que, obviamente eran muchos más chicos que yo. ¡Por supuesto que los resultados fueron malísimos! Pero me encantó volver a ponerme la malla y enfrentarme con un jurado, como lo hacía cuando competía de chiquita. Si bien en ese momento estuve muy nerviosa, mirándolo en retrospectiva, fue una linda experiencia…

LP - De la universidad en Relaciones Internacionales volviste a tu ciudad natal. ¿Con qué actitud frente a la cuestión gimnástica?

T.S. - Volví por trabajo, pero en eso de acomodarme de nuevo en mi ciudad, con toooodo lo que eso implica, buscaba algo que pudiera hacer desde lo artístico y deportivo: y ahí fue cómo empecé telas en Estación Esperanza. Ahí también conocí a mi amigo Víctor, que, después de muchos años de amistad, hoy es mi novio. También ahí fueron las primeras presentaciones ante el público… Siempre es lindo sentir la adrenalina previa de entrar a escena… En el momento se padece, ¡pero cuando todo termina se disfruta muchísimo!

LP - ¿Tiene proyección a la comunidad la entidad con su programa de actividades?

T.S. - Sí. Tenemos un proyecto que es de articulación institucional y se llama Circo en la Escuela. La idea es ir llevando lo que hacemos a las escuelas de la ciudad, fundamentalmente a aquellas donde los pibes tienen más necesidades… Hicimos varias a lo largo de estos años y la verdad es que ver las caritas de los nenes cuando hacemos acrobacias es un momento donde decís: ¿sabés qué? Esto vale todo el esfuerzo que uno le pone…

LP - ¿Qué esperás del futuro en el espacio que generaste?

T.S. - Como espacio cultural, la idea es seguir potenciándolo con propuestas y actividades que sean atractivas para la ciudad. De hecho a lo largo de este verano llevamos adelante cuatro propuestas culturales con distintos artistas de la ciudad. Fue todo un desafío para nosotros poder organizar esas actividades con presupuestos mínimos, pero las hicimos y quedamos muy contentos, sobre todo con el apoyo de los artistas y de la gente. Rafaela necesitaba más espacios que ofrezcan alternativas diversas y participativas para consumir cultura. Pensar en el público como algo dinámico y participativo nos lleva a generar acciones innovadoras, donde la gente pueda venir a pasarla bien, pero además, a bailar, a cantar, a expresarse con libertad. Y después, la realidad, porque el espacio no es ajeno a lo que pasa en el contexto, no? En ese sentido, esperamos poder sobrevivir a los embates de la economía. Hoy en día es muy difícil para una familia poder mandar a los chicos a alguna actividad recreativa. Nosotros tenemos siempre presente eso y somos muy agradecidos de los papás y de las personas que nos eligen…

LP - ¿Una anécdota de algo risueño sucedido entre colchonetas y trapecios?

T.S. - Uff, miles, pero te cuento una: recuerdo en el show de Cadillac Records éramos como veinte en escena. Teníamos que salir, ya estaba sonando el tema que nos daba entrada y uno de los chicos en broma le había pegado un cabezazo a un auto antiguo que teníamos de escenografía… Sí, sí, como escuchás, ¡le pegó un cabezazo a un auto! ¡Somos muchos los disparatados ja, ja! El punto es que, por accidente, se había lastimado apenas la frente, pero le salía algo de sangre… El tenía que entrar primero, pero no daba… Así que en medio de la música y la discusión de si entraba o no, entró mi novio a escena… De los artistas que ya estábamos en el escenario, ¡nadie entendía nada!, pero bueno, el show siguió, el chico -que no voy a dar el nombre para que no me mate- entró en el cuadro siguiente  y eso quedó como anécdota… ¡Hasta memes hicimos!

LP - ¿Con qué actividades recreás tu vida en la actualidad?

T.S. - Con vida social: amo salir, compartir con amigos, con mi familia, charlar… Uno siempre aprende escuchando a los demás y creo que tener amigos es un privilegio que nos da la vida… Y mi familia, claro… es mi refugio y es mi lugar preferido del mundo… Los domingos con la familia es la única cosa que tengo como costumbre, porque todo lo demás, lo voy moviendo y cambiando… En esta entrevista había empezado hablando de eso, no?

por Raúl Vigini

raulvigini@yahoo.com.ar

Autor: Raúl Vigini

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