La Palabra

En busca de… Sonia Del Papa Ferraro, escritora y escultora

LP - ¿Qué sucede con la poesía cuando abordás tu trabajo literario?

S.D. - Tendría que tener trabajo literario. Hubo una época que escribía todo el día y no paraba y después empecé con la escultura a decir todo lo que había escrito en poesía, pero sin dejar de escribir. Ahora estoy en un momento intermedio, hago las dos cosas, y quizás mi trabajo es buscar los puntos de conexión entre lo que quiero decir en palabras y lo que quiero decir en escultura. Porque me da mucha alegría poder poner palabras en cada escultura. Tres, cuatro versos, y buscar las coincidencias, y darme cuenta que esto era un lenguaje único, para mí. Entonces ahora después de ese descubrimiento trato de que se unifique ese lenguaje, y tener palabras para todas las esculturas, o que las esculturas digan algo que yo ya dije en un poema.

LP - ¿Cuál fue el tema convocante para la poesía a través del tiempo?

S.D. - Al principio era una poesía muy autorreferencial. La gente que escribe al principio lo hace sobre lo que le pasa, después recién cuando la poesía comienza a madurar puede ver otras cosas, ver lo que le pasa a los demás. En general siempre creo que se escribe mejor a través del dolor, de la tristeza.

LP - ¿Es el dolor un poco el disparador?

S.D. - Sí, creo que sí. Es el disparador y que hay un punto en que lo bello se conecta con esto. Y que es ese punto además que el que está en un momento de dolor, por ejemplo, en un duelo, como me ha sucedido con mis padres, cuando puedo expresarlo y escribir un poema, sentís un alivio total y ahí es cuando es absolutamente sanador. Decir desde lo bello algo que te está doliendo.

LP - ¿Para qué escribís?

S.D. - Empecé de muy pequeña. La expresión no solo para mí, para el que lo quiere leer. A veces quien no puede escribir puede leer un poema de otro, sentirse plenamente identificado, como me sucede a mí cuando leo poemas que me gustan de autores que me gustan, y es un momento de regocijo total estar escribiendo o leyendo un buen poema. Es un placer escribir.

LP - ¿A quiénes elegís en la poesía?

S.D. - En la poesía tengo mis favoritos. Me encanta leer poesía argentina. La poesía de Olga Orozco, me atraviesa, me fascina. Me gusta la poesía de Borges, me encanta. Me gusta mucho Hugo Mujica. Más contemporánea tuve una maestra con la que compartimos mucho tiempo y mucha poesía que fue Ester de Izaguirre, una poeta exquisita. Y podría nombrar más, hay tanta poesía buena de Argentina, hay tantos poetas maravillosos. 

LP - ¿Y en la escultura?

S.D. - En escultura me gustan mucho los clásicos. La escultura moderna me gusta, pero, así como me gusta la figura humana, si voy a un museo en Roma, en Londres, son lugares donde me siento muy cómoda con la escultura clásica. Sé que tengo mucho de escultura clásica porque es lo que más miro, lo que más leo, inclusive lo que veo cuando trato de ir primero a los museos clásicos. Por ejemplo, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, que me gustó mucho, aprendí un montón, vi cosas modernas que me llamaron mucho la atención, me enriquecieron mucho, pero definitivamente como para escribir hay que leer mucho, también para hacer arte hay que mirar y ver no solo arte. Hay que enriquecerse en imágenes todo el tiempo, que es lo único que te va a llenar de inspiración y de más imágenes.

LP - Esa formación que encontrás en los museos es también lo que permite motivarte para escribir…

S.D. - Sí. Hay que llenarse de imágenes. Para escribir o para ser artista. Ese es mi pensamiento. Y también creo, por lo menos en mi caso, que es importante tener un momento con uno mismo. Hay que tener tiempo de concentrarse, de estar tranquilo, de pensar. Y ese momento con uno mismo -para mí diario- es importantísimo, aunque esté viajando en colectivo. Pero es un momento en el que me conecto conmigo, y en general lo que me pasa, lo que pienso, lo que digo, lo que dije en el día, puede transformarse en un poema.

LP - Es el producto de rumiar…

S.D. - Sí. Muy buena la definición.

LP - ¿Qué camino hizo tu obra a partir de cada logro?

S.D. - Con la poesía publiqué un libro producto de un premio, después vino otro premio que fue un soporte digital en Junín, Buenos Aires, algunas menciones de honor. Sigo escribiendo y preparando selección de poemas que puedan formar un libro próximo. Participo de numerosas antologías, y en varios casos tengo poemas incluidos en libros de temas varios.

LP - ¿Con la escultura?

S.D. - No hay un camino específico porque empecé haciendo pequeñas obras presentándolas en los concursos, obtuve alguna mención de honor. Me presento siempre en muestras colectivas donde la temática tiene que ver con lo mío. Y el año pasado se dio la oportunidad de armar una muestra -Las mujeres que me habitan- para inaugurar la Casa Museo de la Ciudad en San Miguel de Tucumán para la celebración del Bicentenario. Esa muestra está armada, tengo pensado presentarla en la ciudad de Buenos Aires este año. Todos los años presento en La Noche de los Museos. El año pasado organicé yo misma una muestra colectiva que estuvo preciosa.

LP - ¿Pudiste conocer las obras originales más emblemáticas?

S.D. - Cuando visité por primera vez España y fui al Museo del Prado, de golpe entré a una sala y vi algunos cuadros de Velázquez. Los vi grandes, grandes, grandes, como nunca había imaginado que eran, empecé a llorar, porque dije, si habremos mirado libros de arte con mi mamá. Y de golpe me encontré ahí, sola, además, no lo podía creer. Lloraba, lloraba, lloraba. Cómo le explico esto, con quién lo comparto, le tengo que decir a alguien lo que estoy viendo. Y me emociono ahora que lo cuento. Y me pasó de la misma manera con todo el arte que vi. Cuando vi la primera obra de Rodin delante de mis narices no lo podía creer.

LP - ¿Cuál es el futuro de tu veta artística?

S.D. - Tengo proyectado en lo inmediato poder publicar finalmente un libro que tengo escrito hace tiempo que se llama Mujeres en llamas que es un poemario de todas las mujeres que me han conmovido, de la historia, de la cultura, del arte. Y tiene ilustraciones. Con respecto a la escultura tengo que producir, así que es trabajar, trabajar, trabajar, seguir trabajando mucho, aprendiendo, sacando más emociones para afuera y llevarlas a la arcilla. Como con la poesía, tengo que seguir escribiendo también. Tengo varios poemarios, uno más triste que tiene que ver con duelo y orfandad, otro es pequeño como poemas españoles, porque me encanta el baile, el canto, Lorca, y fui investigando eso, me gusta representarlo también, tengo poemas de las islas del Tigre porque me gusta el río, los pájaros, los árboles, el Delta es un lugar que elegiría siempre y donde me siento plenamente feliz y puedo escribir sin fin, estar ahí me baja a tierra.

LP - Si mirás hacia atrás ¿qué te provoca lo que lograste?

S.D. - Me siento contenta de haber podido decir en poesía todo lo que dije. Tengo mucho todavía por escribir. Y de estar modelando tantas cosas que quiero hacer y seguir modelando. Si miro hacia atrás no sé si alguna vez imaginé que a esta altura iba a tener tantas ganas de trabajar, y las tengo. Quiero seguir haciendo mucho más del tiempo que tengo, pero lo voy a hacer. Siento siempre que esto recién empieza.

por Raúl Vigini

raulvigini@yahoo.com.ar

Autor: Raúl Vigini

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