La Palabra

En busca de… Red Argentina de Bancos de Alimentos, protagonista

LP - ¿De dónde se toma información para conocer cuáles son los requerimientos de la sociedad?

M.K. - Siempre nos manejamos con la fuente de información y referente para trabajar que suele ser la FAO, trabajamos bastante con ellos, mucho con el Ministerio de Industria también, por supuesto con el Observatorio de la Deuda Social. En este momento estamos atendiendo a trescientos treinta y dos mil personas a través de más de dos mil cuatrocientas organizaciones beneficiarias en el país que son comedores, asilos, escuelitas, jardines maternales, entre otras.

LP - ¿La demanda viene del lugar de la necesidad o el Banco sale a relevar?

M.K. - Ambos. La demanda viene de la misma gente que se contacta con nosotros interesados en saber cómo pueden crear un Banco de Alimentos. Por otro lado los Bancos de Alimentos están en permanente búsqueda de expansión intentando incorporar nuevas organizaciones beneficiarias a fin de asistirlas.

LP - ¿En la práctica se da con una asistencia diaria?

M.K. - Depende de la institución. Algunos se organizan y hacen el pedido una vez por mes. En otros casos la frecuencia es diferente según el alimento que se entrega.

LP - ¿Cuál es el propósito a futuro de este trabajo?

M.K. - La Red se puso como objetivo para dos mil veinte recuperar dieciocho millones de kilos de alimentos por año. Actualmente estamos recuperando alrededor más de nueve millones y medio de kilos al año y planificamos cerrar este 2019 con más de 10 millones de kilos.

LP - Eso requiere mayor capacidad de aporte de los donantes.

M.K. - Que haya mayor volumen de donaciones y recupero de alimentos que de otra manera se desperdiciarían, generando además un deterioro del medio ambiente. Y ahí entra la Ley Donal, una ley de triple impacto: social, ambiental y económica. La realidad es que nosotros tenemos muchas expectativas de que esto fomente mayor donación de alimentos de parte de las empresas alimenticias.

LP - Aunque estamos hablando de ONG ¿hay alguna relación con el Estado?

M.K. - Trabajamos bastante sobre todo en acciones concretas por ejemplo como fueron las inundaciones, con el Ministerio de Desarrollo Social. Hace unos meses recibimos una donación de papas de una empresa que tiene su planta en Balcarce y fue de tal magnitud, que la Red con sus quince Bancos de Alimentos trabajó articuladamente con las Secretarías de Desarrollo Social de más de treinta Municipios de la Provincia de Buenos Aires. Eran papas que estaban en perfectas condiciones y aptas para el consumo, pero esa empresa era el principal proveedor de una cadena de comidas rápidas, y las papas no cumplían con los estándares de calidad, porque cuando se freían, tomaban un color un poquito más oscuro que el que debía ser. Fueron mil novecientas toneladas, que si no las hubiesen recuperado los Bancos de Alimentos se decomisaban y se desechaban. Así que fue un trabajo de articulación muy importante de logística, un mes y medio de trabajo todos los días, los Bancos de Alimentos movilizaron todos sus recursos para poder recuperar el alimento en origen. Hubo Bancos que actuaron a su vez además de recuperar para ellos mismos, como nodo de distribución para los otros Bancos que no tenían los recursos para poder enviar sus propios fletes. Una movida muy grande que marcó un precedente. Esto nos demostró que somos capaces de responder ante una necesidad así.

LP - ¿Qué cifras disponen en cuanto a la necesidad de la población en alimentación?

M.K. - Si sirve de parámetro, en estos momentos estamos manejando una lista de espera de organizaciones sociales de más de trescientas instituciones que llegan a los Bancos de Alimentos en demanda de alimentos. Hay Bancos que tienen lista de espera de seis meses. Casi la mitad de los niños son pobres; el diecisiete por ciento de los chicos come menos de lo que necesita y un ocho y medio por ciento pasó hambre durante dos mil diecisiete. En nuestro país se tiran a la basura dieciséis millones de toneladas de alimentos por año.

LP - ¿Qué evaluación hacen de la calidad de los alimentos en cuanto a manipulación genética o incorporación de productos químicos?

M.K. - No trabajamos haciendo este tipo de análisis. Podemos decir que el cincuenta y tres por ciento de los alimentos que rescatamos son de alto valor nutricional. Esto sí lo tenemos todo medido y trabajamos para entregar la mayor cantidad de alimentos de este tipo. Promovemos y ponemos todo el foco en el recupero de frutas y verduras porque allí hay un potencial muy grande, y son los alimentos que tienen el mayor porcentaje de valor nutricional.

LP - Actualmente se trata de incorporar a la donación de alimentos el plato no consumido en los lugares de gastronomía.

M.K. - Sí, hay una movida muy fuerte y la gente está comenzando a tomar conciencia. A nivel nacional ya existe una ley nacional para mitigar el desperdicio de alimentos, la 27.454, denominada exactamente Plan nacional de reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos. Establece distintas acciones locales y la obligatoriedad para locales gastronómicos de entregarle la comida al cliente. La normativa establece además la creación de un registro nacional de entidades dedicadas a la recolección de alimentos para donar; y la idea es establecer alianzas para articular acciones de donación precisamente. A modo de ejemplo, años pasados para las fiestas, el Banco de Alimentos Buenos Aires articuló con Unilever y la organización social Quiero Ayudar, y coordinaron una actividad de recupero de los alimentos sobrantes de las fiestas. Armaron un mapeo de organizaciones beneficiarias e invitaban a la gente a que, luego de festejar en familia y de camino a sus casas, pasaran por una de estas entidades y donaran los alimentos que les habían sobrado.

LP - ¿En cuanto a recursos cómo se sostiene la Red?

M.K. - Con el aporte de los Bancos de Alimentos miembros que pagan una cuota por ser socios. Organizamos eventos de recaudación de fondos, campañas, recibimos donaciones, tenemos proyectos, programas. 

LP - ¿Recordás alguna anécdota de tu actividad en la Red?

M.K. - El rescate de papas. Vuelvo a lo mismo. Ver tanta gente en una movilización muy grande de recursos de todo tipo en toda la cadena. El que llevó la batuta de manera local fue el Banco de Alimentos de Balcarce. Fueron muchísimos camiones y toda la logística fue donada desde Jujuy hasta Neuquén. Más de un mes trabajando todos los Bancos de sol a sol. Cargaban desde la madrugada hasta los fines de semana. Fue una locura.

LP - ¿Cuál es tu reflexión por pertenecer a esta Red y dedicarte a la comunicación?

M.K. - Es mi trabajo profesional. Cuando llegué no tenía idea ni de que existían los Bancos de Alimentos. Mucho menos qué eran y menos la Red. Toda la vida hice voluntariado. Soy relacionista pública de formación. Me siento feliz haciendo este trabajo. Me llena el alma.

por Raúl Vigini

raulvigini@yahoo.com.ar

Autor: Raúl Vigini

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