La Palabra

En busca de... Paola de los Santos, psicóloga social y puericultora

LP - ¿Cuáles son los aspectos positivos de la lactancia materna?

P.S. - Por empezar la leche materna es la alimentación de las especies, las del mamífero, la del cachorro humano, y todo cachorro debería recibir la alimentación de su especie. La leche humana inmuniza al bebé de una manera que no lo hace ningún otro alimento y lo protege inmunológicamente ya que los humanos nacemos inmunodeprimidos y necesitamos protegernos porque estamos llegando a este mundo que les estamos dejando. Es el único alimento, pero el único, que se va modificando de acuerdo a los requerimientos nutricionales del bebé que succiona. Una mujer que tuvo un bebé, a la par de otra mujer, en las mismas condiciones de día, hora, lugar, todo exactamente igual, provoca una leche diferente a la otra mujer. Porque el bebé te va marcando qué cantidad y qué composición de leche tenés que producir. Por otro lado, previene en los bebitos la obesidad infantil, hay datos concretos que mejora otros aspectos. No hablo del romanticismo de la lactancia, hablemos de números concretos: disminuye en un alto costo los gastos en salud, que es lo que le importa a tanta gente. Y para las mujeres previene el cáncer de útero, el cáncer de mama, episodios cerebrovasculares, problemas cardíacos, osteoporosis. Hace que vivas mejor y que te enfermes menos.

LP - ¿Qué sucede cuando la madre no puede amamantar al bebé?

P.S. - Es difícil que una mujer no produzca leche para su bebé. De nuevo te digo que no nos hubiésemos desarrollado hasta acá como especie. Está chequeado también, lo que más influye en que no pueda producir la cantidad de leche suficiente es el entorno, y la ayuda y la información con la que cuente. Está claro que el entorno para las mujeres es hostil, en general. Lo veo mucho en las consultas, en muchas parejas, en las prenatales y posnatales, y en las charlas. Siempre digo lo de la importancia del entorno y soy muy clara. Porque las mujeres producimos leche por un determinismo biológico, pero al bebé lo único que no puede hacer otra persona que acompañe en su crecimiento es amamantarlo. El resto lo puede hacer el papá, la abuela, la tía, una empleada, otra mamá. Ayudemos a esa mujer que lo que únicamente ella puede hacer lo haga tranquila. Hay un porcentaje muy pequeño de mujeres a las que no se les ha desarrollado la glándula mamaria en su adolescencia que no produce la suficiente cantidad de leche, y se llama hipoplasia. A esas mujeres hay que diagnosticarlas, amamantarán de manera mixta con leche materna y fórmula. Para eso está bien la fórmula. En la adopción, muchas mujeres logran amamantar con la relactación. Toman medicación que aumenta el nivel de protexina, se estimulan con un extractor de leche y luego usan la relactación. Las licencias por maternidad son una vergüenza. La Organización Mundial de la Salud y UNICEF recomiendan lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida. Esto es solo leche humana y nada más que leche humana. Si a los cuarenta y cinco días me tengo que ir a trabajar, ir y volver y estar horas fuera de mi casa, ¿cómo hago? ¿Qué pasa con ese bebito? Va a un jardín maternal o se queda al cuidado de una persona en su casa. Cuando ese bebito se enferma ¿quién falta? La mamá. Entonces tenemos mayor ausentismo laboral femenino, menos producción. No lo entendimos. No nos conviene. Nos conviene desde lo económico que la mujer tenga por lo menos seis meses de licencia paga para garantizarle esa salud a ese bebé porque la leche humana le garantiza salud y de por vida, es a largo plazo. Hay un abismo de diferencia entre una persona que fue amamantada y otra que no, aun en su mayor edad. De cualquier manera, por suerte hay productos que te ayudan a mantener la lactancia, aunque estés trabajando afuera de tu casa, como el caso de un extractor. Para eso hace falta que la mujer tenga la consulta con la puericultora, con tiempo que diagrame el plan de vuelta al trabajo, cómo sacarse leche, conservarla, congelarla, cómo dársela al bebé.

LP - Hicieron campañas sobre el tema.

P.S. - Hace algunos años se me ocurrió el hastag Yo doy la teta. Empecé a divulgar información en las redes sociales. Hice la primera campaña para la Semana de la lactancia con gente conocida que yo atendía, y eso ayuda a la visibilidad. Y el lema se hizo marca, y ahora se hizo libro.

LP - ¿Qué contiene la publicación?

P.S. - En el libro está todo. Desde la experiencia personal, hasta todo lo que una mujer debería saber para poder amamantar con éxito. Con éxito en el buen sentido. Y lo que tendría que hacer ante los inconvenientes, cómo hacer su stock de leche para volver a trabajar afuera de su casa, cómo debería funcionar el entorno, las visitas, un montón de cosas. Pero desde una mirada de género. Porque estoy convencida que la problemática de la lactancia tiene que ver con una cuestión de género. No porque ahora se esté hablando del tema, lo vengo diciendo desde hace tiempo. Estoy segura que si no fuésemos las mujeres habría lugares para extraerse leche en los trabajos. Una mujer que trabaja fuera de su casa todo el día, se quiere sacar leche, tiene el extractor, tiene buena producción de leche, tiene que ir al baño… ¡al baño! Donde pasan cantidad de personas por ese lugar. A nadie se le ocurriría en su sano juicio hacer un sangüichito de jamón y queso a su hijito de ocho años en el baño del trabajo y se lo llevaría a la casa con todo su amor. Y a las mujeres nos destinan al baño con un desprecio… Con un desprecio por esa mujer, por lo que implica la maternidad, porque estamos generando fuerza de trabajo para el futuro. Esos bebés cuanto mejor nutridos y protegidos estén van a ser adultos que se van a enfermar menos y van a tener más posibilidades, y todo va a ser mejor. Y cuando una mujer amamanta hay menos deshechos porque la lactancia es ecológica. Y cuando dicen que es gratis, no lo es, es a costa del esfuerzo de una mujer.

LP - ¿Conociste el proyecto Ñuñu?

P.S. - Sí, pero llegué un poco tarde. Sé de gente mayor que yo que estuvo en contacto con ellos, se han formado y se han sentido en un grupo de pertenencia.

LP - ¿Recordás alguna anécdota con la lactancia?

P.S. - Muchas, algunos me sugieren que escriba otro libro con esas historias. Están de las lindas y de las otras. Atendí cuatrillizos que tomaron teta. Cuatro bebés a la vez. Una mujer me contacta por una consulta prenatal, yo iba a domicilio todavía, ella con un embarazo muy riesgoso, era muy chiquitita con una panza tremenda. Ella quería conectar con lo vital por lo riesgoso. Y lo vital era la alimentación de esos bebés. La cuestión que nacieron antes de Navidad, estuvieron un mes de neonatología, eran dos nenas y dos varones. Una nena y un varón morochos hermosos, y una nena y un varón rubios de ojos celestes. Parecían de reality. Muy sanos y tomaron teta hasta el año los cuatro. Claramente no de manera exclusiva porque la mujer tiene dos tetas y no cuatro. Uno de los chiquitos cuando los hermanitos se destetaron siguió un poco más solo. Hay cada vez más nacimientos múltiples y se puede amamantar porque la mujer tiene dos tetas y dos manos, y además con la ayuda de alguien se puede.Pero hace falta acompañamiento e información. La primera persona que atendí era una mujer que había concebido en una situación no muy agradable y que tenía una vida muy difícil. Era docente, pero tenía como una doble vida ante la mirada de la sociedad. Ella fue como una prueba de fuego para mí porque era una mujer sola, con un contexto que no colaboraba, y funcionó.

LP - ¿Seguís en contacto con algunas familias que atendiste?

P.S. - Por suerte sí. Y son todas muy amorosas. Hay chicos muy grandes ya. Estamos comunicados. A veces soy la primera persona que vio a sus bebés antes que sus abuelos, y eso es muy fuerte. Yo podría vivir de ese cariño.

LP - Una reflexión que sirva de mensaje especialmente para madres.

P.S. - Es una sugerencia. Que se informen con tiempo. Nueve meses parece mucho y es muy poco. Pasa muy rápido. Cuanto antes puedan acceder a información respecto de la lactancia mejor les va a ir. Cuando accede a la información, es tanta que se va decantando, y aparecen nuevas dudas, y puede volver a acceder y a preguntar. Cuando nace el bebé la pone en práctica como cuando vas a buscar al casillero y si no puede busca ayuda. No hay tanta gente que trabaje en lactancia en el país porque no es un tema al que se le preste tanta importancia. Yo acompaño mucho a las mujeres por redes sociales. Tener un bebé no es soplar y hacer botella, es una persona que va a nacer. Y una mujer para poder sostener a un bebé física, mental y emocionalmente necesita que alguien o varias personas la sostengan en esos tres planos, si no es agotador. Igual es agotador. No es una obligación amamantar, es una recomendación de salud importantísima. Se puede tener un vínculo con su hijo sin haber amamantado, un hermoso vínculo, de mucha comunicación y muy entrañable. Pero si se puede amamantar deberían estar las condiciones dadas para que eso suceda.

por Raúl Vigini

raulvigini@yahoo.com.ar

Autor: Raúl Vigini

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