La Palabra

En busca de… Museo de la Inmigración, protagonista

LP - ¿Cómo llegaste a la institución?

M.H. - Trabajada en el tema de investigación en inmigración política en la UBA. Me convocaron para la primera etapa para colaborar en el armado de la muestra permanente, y al año siguiente cuando decidieron armar la primera temporaria me llamaron para ofrecérmelo. Actualmente en el Museo hago la investigación y la producción de contenidos como historiador. 

LP - Hablemos de las muestras.

M.H. - La muestra permanente “Para todos los hombres del mundo” se inicia con una línea de tiempo que recorre los distintos acontecimientos en el país, en el mundo. La idea es vincular pasado y presente a través del arte y de los relatos de los inmigrantes contemporáneos. Las obras de arte que se exhiben fueron donadas por los artistas al Museo. Nosotros somos los responsables de la gestión, los contenidos y la mantención edilicia de lo que usamos, pero la propiedad es de la Dirección Nacional de Migraciones que es el Estado. Tenemos los núcleos del viaje, la llegada, la inserción y el legado. En cada uno de los núcleos tenemos una obra de arte, las pantallas con los inmigrantes contemporáneos y un objeto para cada uno. También hay maquetas en calidad de préstamo.

LP - ¿Hasta qué años reciben donaciones de la documentación?

M.H. - Hasta ayer. Como es Museo de la Inmigración sin hacer diferencia entre la vieja y la actual, si viene un paraguayo y quiere regalar la documentación que le pidieron cuando vino a la Argentina, lo tomamos. Lo mismo con las colectividades más contemporáneas como los chinos y coreanos. Tiene que enviar un correo electrónico mencionando lo que quiere donar, que sea original, un contexto para saber la pertenencia. Otras veces nos ofrecieron digitalizarlo para no entregar el original.

LP - En lo que se refiere a archivos oficiales ¿qué se puede ver en la muestra?

M.H. - Los libros con los registros de los que ingresaban o salían del país, procedencias, barcos, nacionalidades, datos personales de cada uno que pasaban por Migraciones. Pensemos que en promedio el cuarenta y nueve por ciento de los inmigrantes regresaban a su país de origen. Porque no es que todo el mundo venía para quedarse. Hubo gente que no pudo hacer fortuna y se tuvo que quedar por eso, y otros que no pudieron hacer fortuna y se tuvieron que ir por eso. De la misma manera que hubo quienes vinieron para hacer fortuna y volver, pero se casaron y se quedaron. Depende de las estrategias personales y familiares. La inmigración nunca es una decisión individual.

LP - Llegaban de otros lugares y por tierra también que no pasaban por el Hotel...

M.H. - Mucha gente no venía por Buenos Aires. Como había problemas con las empresas navieras porque vendían más pasajes de la capacidad del barco permitida, lo que hacían los capitanes era bajar el excedente del pasaje en Montevideo y los mandaban en buque fluvial a Rosario por ejemplo, entonces no figuran en los registros. En la década del mil ochocientos ochenta muchos de los que habían llegado a Brasil se vinieron para acá por el terrible maltrato recibido por los fazenderos que tenían mano de obra esclava. Eso lo cuentan los japoneses que estando en Brasil escuchaban a los españoles e italianos contar que se venían a Argentina porque los trataban mejor que en Brasil y en ese caso vinieron por tierra cruzando por las provincias del litoral.

LP - Se pueden ver réplicas en la exhibición.

M.H. - Las camas son réplicas. Se puede tener idea de cómo eran los dormitorios. Eran de lona y cuero con armazón de metal de dos pisos. Todo para facilitar la limpieza y evitar las enfermedades con el concepto sanitarista de la época. El tema del Hotel era que la gente creía que los inmigrantes traían pestes. Era cierto que muchas veces sucedía cuando venían de lugares con epidemias.

LP - ¿Cómo sería organizar y coordinar a tanta gente por día? Con desequilibrios físicos y emocionales…

M.H. - Sí… mal alimentados porque en los barcos no le daban la mejor comida. Se pueden ver en las fotos del comedor y las caras de las personas. Llegar a un país que no conocés, un idioma que no entendés. Aunque la mayoría venía por decisión propia, salvo los que vinieron por cuestiones políticas o religiosas. Las imágenes de archivo muestran cuando antes de este edificio se alojaban en los galpones, los grandes lavaderos que ya no existen, la exhibición de maquinarias agrícolas para que conozcan la forma de trabajo que era diferente de la europea, las ollas a presión inmensas de la cocina que después se las llevaron los militares, el comedor en sus diferentes instancias del galpón, del edificio nuevo y de la Fundación en los años cincuenta. Los rostros de la incertidumbre por lo que vendrá.

LP - Las colectividades aportaron lo suyo al inmigrante.

M.H. - Mostramos los libros que editaban las distintas colectividades para informarlos de lo que había en sus idiomas originales: francés, italiano, alemán, inglés, griego. Publicaciones de las instituciones. Un cuaderno manuscrito de algún mozo o algo así donde tiene detallado el nombre de las comidas en todos los idiomas, y un vocabulario para comunicarse y entenderse con los pasajeros. Y el espacio de Memoria familiar donde viene alguien y cuenta su historia familiar. Por ejemplo un inmigrante polaco que se casó con una italiana que vino después de la Segunda Guerra Mundial, y el material lo trajo un nieto que es artista plástico que intervino latas de viandada simulando las que le contaba su abuelo cómo eran las que le daban de ración en el batallón polaco con los Aliados. Y veía que el fondo decía Made in Argentina. Cuando terminó la guerra, porque era considerado traidor en Polonia, entonces los ingleses le dieron tres opciones: Australia, Canadá y Argentina, y él que se acordaba de las latas se vino para acá.

LP - ¿Por qué la temporaria está dedicada a italianos y españoles?

M.H. - Porque hay mucho material, son las más estudiadas. Todo lo que son los estudios migratorios en Argentina se han focalizado mucho más en estas dos que en otras colectividades. Pudimos hacer un trabajo mucho más exhaustivo con pantallas que llevan su texto, su video.     

por Raúl Vigini

raulvigini@yahoo.com.ar

Autor: Raúl Vigini

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