La Palabra

En busca de… La vida ilustrada - Roberto “Beto” Formento, protagonista

LP - ¿Cómo conociste a Roberto Formento?

R.P. - Lo conocí en la Escuela Rivadavia; vivíamos los dos muy cerca de ella pero concurríamos a cursos distintos. Roberto, dos años menos… significa que cuando yo percibí su presencia nítidamente, él estaba en tercer grado y yo en quinto. El haberlo percibido fue en razón de su constante ejercicio del dibujo en los recreos… animaba a todos los chicos con el dibujo de los héroes de historietas, dentro de los cuales descollaba, por supuesto, su preferido Superman. Luego seguí viéndolo en la Escuela Nacional de Comercio, donde cursamos para ser peritos mercantiles.

LP - ¿Qué compartieron desde el arte?

R.P. - La visión de la belleza y el contenido artístico de la historieta. Eran tiempos en los cuales se cuestionaba mucho si la historieta era o no arte, si era “arte menor”, todas  especulaciones sin demasiados fundamentos que servían para continuar con el elitismo acérrimo del arte tradicional de cincuenta años atrás… o más. Con Formento siempre sostuvimos que la historieta era parte inescindible y necesaria del arte urbano y por esa razón siempre nos hemos llevado muy bien.

LP - ¿Hasta cuándo tuviste contacto con él y de qué manera?

R.P. - Hasta poco antes de que muriera, aunque en sus últimos momentos resultaba muy complejo y tortuoso. Siempre que podíamos íbamos a cenar -y Roberto comentaba siempre sus enormes logros- junto a Nelson Rosetti y otros amigos de entonces. Antes, habíamos coparticipado en concursos en nombre de la Escuela de Comercio.  Individualmente, obteníamos distinciones en los concursos de croquis y manchas en la Sociedad  Rural de Rafaela y el más importante, un segundo premio en un certamen muralista departamental llevado a cabo en Humberto Primero. Fue una alegría haber obtenido ese premio, aunque -como siempre uno cree- nuestro mural estaba para un poquito más.

LP - ¿De qué aspectos del arte local participaste?

R.P. - Personalmente -salvo esporádicas manifestaciones de muralismo- me dediqué a manchas, croquis y luego a la pintura de caballete tomando siempre modelos del natural, ya fueren personas, animales, frutas, paisajes… lo que fuere.

LP - ¿Pudiste darle cabida a Roberto en algunos espacios de divulgación locales?

R.P. - Sí, de hecho en la revista de Centro de Arte que editábamos mensualmente y luego, en un libro, realizado en coautoría con Américo Tosello llamado “Crónica de las Artes Visuales en Rafaela”. Allí se dedicó un capítulo completo acerca de la historieta y una entrevista a Roberto Formento, transcripto con absoluta libertad y fidelidad.

LP - ¿Cómo surgió la posibilidad de concretar un reconocimiento a su obra este año?

R.P. - También hemos incluido sus obras en un audiovisual que pasábamos en las escuelas. Preferentemente secundarias, confeccionado junto con Adolfo Fito Previderé  -Fito las fotografías diapositivas y yo el guión leído por Miguel Ebenegger- que llevaba el mismo título del libro y que tuvo una razonable difusión “a pulmón”.

LP - ¿Qué etapas se fueron confirmando desde la idea primigenia hasta la impresión del libro La vida ilustrada?

R.P. - Muchas.  La primera… de aproximaciones a quienes considerábamos que nos podrían dar ayuda con datos concretos. Tuvimos mala suerte; luego nos dirigimos a Susana Bottazzi y nos dio un inmenso archivo y una charla larguísima de los cuales obtuvimos el grueso del contenido. Pero hubo muchos más generosos apoyos: Elsa de Grosso, Clarys Thelma Valsagna, el “Polaco” Jorge Blainq, la señora de Bocco; todos fueron de los mejores puntales sobre los cuales nos pudimos apoyar. El diseñador Fabián Dupraz, un baluarte porque nos interpretó correctamente y la imprenta de Enrique Gagliardo… ¡mejor que diez puntos!

LP - ¿Cómo resultó la experiencia de ver la edición hecha realidad?

R.P. - Una felicidad indescriptible, sencillamente.  La sensación de haber triunfado ante muchas adversidades, una de las cuales, el Covid, no fue menor ni mucho menos.

LP - ¿Quiénes favorecieron que el proyecto original se cumpliera totalmente como estaba previsto?

R.P. - Las personas mencionadas y el apoyo de la Comisión Municipal para la Promoción de la Cultura, que no dejó de requerir rigurosamente todos nuestros antecedentes y fortalezas para ver si íbamos a utilizar el dinero con buen criterio. Los resultados están a la vista con los quinientos ejemplares impresos, editados y registrados.

LP - ¿Qué contenido tiene el trabajo que coordinaron?

R.P. - La historia de vida de Roberto, su afición por la historieta desde muy pequeño -cinco años- y su progreso que fue verdaderamente sostenido y de una enorme inserción en el mundo de los autores de historietas a nivel nacional e internacional como España e Italia. Nada de eso exento de trabajo, voluntad y estudio metódico y permanente.

LP - ¿Cuál es el destino que tendrán los ejemplares?

R.P. - Para que el Municipio lo tenga como un regalo más para aquellos que nos visitan y admiran Rafaela, desde la Intendencia y desde el área de Cultura; para todos los establecimientos educativos de la ciudad de todos los niveles; para las bibliotecas públicas rafaelinas. Para enviar a muchos estudiosos de la historieta que quieren realmente conocer acerca de Roberto Formento desde hace muchos años, sobre todo desde cuando se produjo su temprana partida de este mundo.

LP - ¿Hay posibilidad de que alguien interesado pueda adquirirlo también? 

R.P. - Sí, existe esa posibilidad, puesto que quedará un remanente para ofrecer a los interesados que se comuniquen con nosotros.

LP -¿Cómo fue recibida la noticia por la familia de Beto y los demás? 

R.P. - Muy bien. Todos han colaborado mucho con lo que tenían a mano, o lo que conseguían, salvo alguna minúscula excepción. La familia de Beto… en primera fila para colaborar. Y hoy desde ya que muy felices por haber visto la edición hecha realidad.

LP -¿Está pensado presentarlo formalmente?

R.P. - Sí, está pensado por supuesto; todo depende de cómo evolucione la cuestión sanitaria a nivel nacional y local obviamente.

LP - ¿Qué reflexión te merece este capítulo en tu vida?

R.P. - Lo vivo con intensidad y alegría… sobre todo porque con Raúl hemos trabajado muchos meses -con adversidades- sin que tuviéramos una sola disidencia… tal vez puntos de vista distintos que de inmediato poníamos en línea y trabajábamos. El misterio fue hacer y no mirar hacia atrás ni hacia los costados.

LP - ¿Surgió alguna anécdota en el curso del trámite desde el inicio hasta el final? 

R.P. - Un día de febrero debíamos ir a la imprenta a ver las pruebas… o lo que ya tenían hecho los impresores. Pasé a las dos de la tarde a buscar al otro autor para ir juntos. Yo luego me iba a trabajar al estudio. El me había enviado un correo diciéndome que con el calor infernal no iba a poder ir porque ese calor lo descomponía. Me lo repitió en la puerta de su casa… ¡Menos mal que no fue! El horno del lugar de impresión era increíble, en particular para nosotros, desacostumbrados a esas temperaturas, a las cuales los trabajadores siempre están más adaptados. Me alegré por mi coautor… ¡¡¡hubiese sido un día terrible para él!!!

LP - ¿Quién fue Roberto Formento, el Beto, desde tu mirada personal?

R.P. - Un prodigio de creatividad y talento que tenemos que aprender a valorar… nunca es tarde para hacerlo. Un grande en lo suyo a nivel nacional e internacional.

LP - Algo más que desees agregar.

R.P. - Me alegro que las vueltas de la vida me hayan puesto en la situación de historiar la vida del Beto junto con Raúl Vigini. No siempre se dan esos hermosos misterios y desafíos.

por Raúl Vigini

raulvigini@yahoo.com.ar

Autor: Raúl Vigini

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