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En Argentina, solo uno de cada cinco hipertensos se controla correctamente

Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión arterial es una enfermedad crónica que afecta a una de cada tres personas de entre 30 y 79 años en el mundo, lo que la convierte en uno de los principales desafíos de salud globales. Esta patología, conocida como 'el asesino silencioso', no solo incrementa significativamente el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, cerebrales, renales y otros, sino que también es una de las primeras causas de muerte prematura y discapacidad.

En el caso de América Latina, una tercera parte de la población en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay padece de hipertensión, y la mayoría de los afectados están en zonas urbanas. Estos datos ponen de manifiesto la urgente necesidad de abordar de manera efectiva esta enfermedad.

Al respecto, el Dr. Nicolás Renna, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), informa que, en Argentina, la cifra de hipertensos es superior a otros países a excepción de Paraguay, alcanzando a uno de cada tres adultos y con mayor prevalencia en hombres con respecto a mujeres.

“Este panorama tiene, a su vez, un gran agravante, debido a que apenas un 20 por ciento de los pacientes que padecen esta enfermedad tiene la presión arterial por debajo de 140/90mmHgm, es decir, controlada”, explica el especialista.

“Las consecuencias de la hipertensión puede acarrear una serie de problemas médicos graves, como enfermedades cardiovasculares. A su vez, la presión arterial alta sostenida puede causar daño en los riñones, los ojos y el cerebro, lo que puede llevar a enfermedad renal, problemas de visión y deterioro cognitivo, y también se la asocia a problemas metabólicos como resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y niveles anormales de lípidos”, agrega.

Por otra parte, el cardiólogo indica que cada vez son menos los argentinos que acceden al sistema de salud y esta situación empeora en los sectores más vulnerables, dificultando así la conciencia pública sobre la enfermedad y los esfuerzos de detección y tratamiento implementados por las autoridades sanitarias.

Tratamiento

A pesar de la prevalencia de cifras elevadas de número de hipertensos en Argentina, el Dr. Renna resalta que, con un diagnóstico y un tratamiento adecuados, es posible abordar la situación de manera eficaz.

En este sentido, subraya que “detectar y tratar la hipertensión en sus etapas iniciales no solo puede prevenir complicaciones graves a largo plazo, sino que también puede mejorar la calidad de vida y promover un envejecimiento saludable”.

Además, destaca que el avance científico desempeña un papel crucial en la lucha contra la hipertensión. Por ejemplo, en Argentina, se cuenta con la denervación renal, un procedimiento desarrollado por Medtronic que interrumpe de forma segura la interacción entre los riñones y el cerebro para reducir la presión arterial, y constituye una alternativa para aquellos pacientes en quienes los medicamentos no han surtido efecto y que cumplen con ciertos criterios. Actualmente, más de 25 mil personas han recibido esta innovadora solución alrededor del mundo.

Por último, el presidente de la SAHA concluye que, al ser la hipertensión una enfermedad asintomática y crónica, es prioritario que se implementen medidas clave para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. “La mejora de la conciencia pública, la garantía de un acceso equitativo a la atención médica y la promoción de cambios en el estilo de vida son elementos clave para mitigar la carga de la hipertensión en Argentina”, sentencia.

Recomendaciones para un adecuado control de los pacientes con hipertensión arterial

Mantener una alimentación saludable, que incluya una variedad de frutas, verduras y granos enteros, así como fuentes magras de proteínas como pescado y pollo sin piel. Es importante reducir la ingesta de sal y aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio.

Evitar el consumo de cigarrillos y el exceso de alcohol, ya que estos hábitos pueden aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares y empeorar el control de la presión arterial.

Realizar actividad física por lo menos 30 minutos, cinco días a la semana, mejora la circulación sanguínea y ayuda a controlar, lo que puede contribuir a mantener la presión arterial dentro de los niveles recomendados.

Programar controles periódicos para evaluar el progreso de la condición y la posible modificación del tratamiento. También permite detectar cambios en la presión arterial y previene complicaciones graves asociadas con esta condición.

Seguir el tratamiento prescrito es esencial para controlar la hipertensión, ya sea a través de medicamentos o alternativas terapéuticas. Es importante no omitir las dosis ni interrumpir el tratamiento sin consultar primero con el médico.

Para más información sobre la hipertensión y enfermedades cardiovasculares, visita cuidandotucorazon.com, una plataforma que tiene el objetivo de informar respecto a estas patologías, orientar acerca de los principales problemas de salud asociados, así como brindar consejos para un estilo de vida más saludable.

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