La deuda externa pública, medida a través del balance de
pagos, registró un incremento neto de más de 43 mil millones de
dólares en 2016. Cabe señalar que bajo la actual gestión se revisó
la serie histórica de la deuda externa junto a cambios metodológicos
diversos del balance de pagos. Entre otras, se destaca la
inclusión del acuerdo con los fondos buitre como “atrasos” de
la deuda externa en el período anterior. De esta forma, con los
nuevos resultados la deuda externa pública aumentó en casi
26 mil millones en lugar de 43 mil millones. En cualquier caso,
se trata de montos de gran significación si se considera que la
deuda externa estatal total alcanzaba 84 mil millones de dólares
antes de la asunción de la administración macrista.
Entonces, es evidente que la alianza Cambiemos puso en marcha
un acelerado ritmo de crecimiento de la deuda externa en
su primer año de gobierno, que se sostiene en los inicios de 2017
(según el último dato disponible de la balanza de pagos, la deuda
externa pública aumentó en 14,4 mil millones de dólares en
el primer trimestre de 2017, llevando la deuda externa de Macri
a 58 mil millones de dólares).
Es en este marco que se han suscitado diversas reflexiones que
buscan comparar el proceso actual con el que aconteció durante
el régimen de la valorización financiera (1976-2001). En rigor de
verdad, se trata de una hipótesis que, salvando las distancias
propias de procesos históricos disímiles, no parece descabellada.