La provincia de Santa Fe no es ajena a todos los vaivenes que se producen a nivel país en la economía, ya que, un poco más temprano o algo más tarde, o bien al mismo tiempo, suelen darse los mismos compases, o muy similares. En el empleo por ejemplo, donde a nivel nacional la desocupación viene en aumento a medida que va cayendo la actividad económica, también se registran cifras en baja, existiendo una situación de estancamiento, según lo refieren las estadísticas correspondientes al primer trimestre del año.
Durante los meses de enero, febrero y marzo no fueron creados nuevos puestos de trabajo en la provincia de Santa Fe, dándose en consecuencia una situación de estancamiento. De tal modo lo certifica el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina de la Fundación Mediterránea. Los números dicen, con exactitud, que en el referido lapso hubo un retroceso de 0,6%, lo cual constituye la pérdida de 2.700 empleos respecto a 2013, en tanto que la cantidad de empresas registradas disminuyó 1,8% en la comparación interanual, equivaliendo a la baja de 951 firmas.
Ampliando esta perspectiva, vale decir que el sector manufacturero conforma el 12% de las empresas registradas en la Provincia, y que genera el 25% de los puestos de trabajo regulares. El mismo tuvo en el período analizado un retroceso de 2,3% en cuanto a la cantidad de empresas inscriptas.
De todas maneras, a nivel general el número de empleos respecto a 2013 no experimentó variantes, aunque debe mencionarse la gran diversidad en la evolución del empleo en los subsectores que integran el sector manufacturero industrial. Veamos, a modo de ejemplo, que alimentos y bebidas aportan la mayor cantidad de puestos de trabajo dentro del total del empleo industrial registrado, alcanzando al 32% del mismo, y que durante el primer trimestre del año este sector generó 1.051 empleos regularizados más que los que hubo el año anterior, significando una suba de 3 puntos.
Respecto al sector de metales y productos metálicos, que explica el 17% del empleo industrial, en este primer trimestre tuvo 482 puestos de trabajo menos que en igual lapso de 2013, y por su parte el rubro que incluye maquinarias, instrumentos y equipos, que explica el 15% del total también estuvo en retroceso con una pérdida del 3 por ciento.
Pasando ahora al sector conformado por comercio y servicios, experimentó un descenso de 0,3%, lo cual significa 822 empleos menos, siendo explicado por una amplia heterogeneidad de los rubros que lo integran, en cuanto a servicios. El comercio, tanto al por menor como mayor, explica el 20% del empleo regularizado de toda la Provincia, no mostrando el nivel laboral variantes en cuanto a la confrontación con lo sucedido un año atrás, pero en cambio la cantidad de empresas registradas disminuyó 1 por ciento.
En transporte y almacenamiento el empleo registró una contracción de 1%, que en cantidad de puestos laborales fue 314 menos, en tanto las empresas registradas cayeron 2 por ciento.
Finalmente, repasando lo ocurrido con la construcción, puede decirse que este sector industrial explica el 7% del total del trabajo registrado en la Provincia, recordándose que se trata de un sector en el cual existe un alto número de informalidad, aunque en registro de empresas alcance un 4%. Durante este primer trimestre analizado por la fundación Mediterránea, las empresas del área de la construcción generaron un promedio de 17 empleos cada una de ellas, aunque a pesar de ese dato positivo el volumen total de ocupación tuvo una variación interanual negativa de 1,9%, siendo la caída de empresas registradas de 1 por ciento. Aquí en el ámbito santafesino, los puestos de trabajo de la construcción cayeron 1,9% contra 1,6% del promedio nacional, siendo por lo tanto mayor el efecto negativo.
El panorama laboral santafesino no resulta promisorio en este primer trimestre del año, de acuerdo con el relevamiento de la fundación Mediterránea, pues más allá del estancamiento que viene teniendo toda la actividad económica desde hace tiempo, hubo una pérdida de 0,6% de puestos de trabajo, que si bien puede parecer mínima más allá de los 2.700 empleos resignados, resulta una cifra indicativa del mal estado generalizado de todo el conjunto de la actividad productiva.