En el pasado mes de febrero, Estados Unidos alcanzó el mejor índice de empleo desde 2007, antes del comienzo de la crisis global 2008-09, registrando la creación de 236.000 puestos de trabajo, de los cuales 43.000 corresponden a la industria de la construcción, la cual está teniendo un rol decisivo en esta sostenida recuperación del mercado laboral en la mayor economía del mundo, a razón de un 10% anual.

Se trata sin dudas de un dato a tener en cuenta, tanto por la recuperación pero especialmente por la participación de la construcción en cuanto a la generación de empleos a gran escala, ya que en primer lugar está impactando en aquellos sectores menos calificados, siendo la primera vez desde la crisis que la mayor creación de empleos no responde en forma directa al cambio tecnológico, donde se exige a los ingresantes un muy alto nivel de calificación, y por lo tanto, restrictiva para aquellos trabajadores de menor nivel, que en general conforman la masa de desocupados.

Actualmente el 90%de la fuerza laboral estadounidense está constituida por el sector servicios, sector en el cual se encuentra incluida la construcción, el cual alcanzó la mayor expansión de los últimos 6 años. Lo más interesante, se reitera, es que ya no se depende exclusivamente de la innovación tecnológica de avanzada, sino que se ha vuelto a la incorporación de mano de obra no calificada. 

Para toda esta positiva evolución ha influido este período de tasas de interés muy bajas, entre 1,5 y 2 puntos anuales, a muy largo plazo con un fuerte impacto en la reactivación, especialmente en la construcción, un sector que había sido muy golpeado durante la crisis, ya que -se recuerda- había tenido sus orígenes en la "burbuja inmobiliaria". Hoy se está revirtiendo, y además con ese rubro como principal protagonista.

Al referirnos a la construcción, muchas ocasiones hemos dicho desde esta misma sección editorial, que se trata de la actividad más reactivadora debido al impacto que tiene en un amplísimo abanico de sectores, que van desde profesionales, artesanos y auxiliares, hasta la producción de todos los elementos que se necesitan en la construcción, pasando por la comercialización, además de la inversión, que significa en este último caso un dato muy positivo en cuanto a la marcha de todo el conjunto de la economía, ya que hacia los ladrillos suelen volcarse los excedentes, como forma más segura de resguardo. Eso al menos es lo que sucede en nuestro país, y que tal las cosas en los Estados Unidos, también aparece como válido para aplicar en aquel país, que está recuperándose para afianzarse en su rol de mayor economía del planeta.

Esto que está ocurriendo en el país del norte constituye un aliciente para pensar con optimismo respecto al futuro cercano, ya que la recuperación está en pleno ascenso, como para suponer una normalización definitiva. Un cálculo que se hace no sólo por el sostén de las estadísticas muy positivas de estos meses, sino también por esa regla no escrita que dice que "los mercados de adelantan a las tendencias".

De todos modos, analistas entienden que aún debe esperarse la intervención de la Reserva Federal para que vaya elevando las tasas hasta llegar al menos al 3%, lo que podría darse hacia fines de 1914, ya que teniéndolas demasiado bajas resulta también un inconveniente, por lo cual todos los factores de la economía deben marchar de manera acompasada. El nivel de las tasas es uno de ellos, ya que encontrándose excesivamente bajas favorecen la reactivación pero en cambio atentan contra el ahorro.

De tal manera es que vienen dándose las condiciones necesarias para bajarle el telón a una crisis que viene golpeando muy fuerte a Estados Unidos en la última década, aunque eso de la normalización, en realidad no es un regreso al pasado sino todo lo contrario, pues se ha ido produciendo durante este período una profunda reestructuración, de manera especial por la productividad registrada en los últimos años, muy superior a la anterior, y demás, reforzada ahora con la ampliación hacia otros sectores, como el referido caso de la construcción.

Un dato muy revelador es que la manufactura estadounidense ocupa en la actualidad 30% menos de mano de obra pero tiene un 30% más de producción, con estadísticas que dan cuenta que desde 2007 a la fecha la industria creció 20% y la manufactura 34% en cuanto a productividad, teniendo estos sectores el 9% del total del mercado laboral con 11,8 millones de trabajadores.