Editorial

Elecciones transparentes

Después de los errores admitidos, las irregularidades denunciadas y el fraude que no fue, en la Provincia de Santa Fe será necesario aumentar los esfuerzos para garantizar la transparencia de las elecciones generales del 14 de junio, del escrutinio provisorio de ese día y el definitivo que se llevará a cabo en la semana siguiente, así como también del mecanismo para ingresar los datos de las distintas mesas al sistema y de la forma de informarlos. 

Cuando el lunes 20 de abril pasado distintos sectores políticos advirtieron que el 10 por ciento de las urnas no habían sido escrutadas se dispararon críticas, moderadas y también violentas, sobre la forma en que se contabilizaban los votos. Por unos días sobrevoló en la Provincia la sensación de que se intentó modificar el criterio de los votantes, lo que realmente causó daños a la democracia provincial y dejó al Gobierno con la responsabilidad del escándalo, más allá de que luego las sospechas se evaporaron en el aire y los resultados que aportó el escrutinio definitivo confirmaron las tendencias. 

Durante dos semanas los distintos actores políticos se esforzaron por hacer notar ante el electorado que el Gobierno de la Provincia fue el responsable de los problemas en el conteo provisorio de los votos, en algunos casos por la deficiente preparación de las autoridades de mesa y en otros por las fallas del sistema informático, el cual indicaba que se habían cargado la totalidad de las mesas, un dato central que luego se comprobó no se ajustaba a la verdad. Una vez que la desconfianza se esparció afectando todo el proceso, no hubo más remedio que aceptar la renuncia de un funcionario de mediana jerarquía para adjudicar responsabilidades y al mismo tiempo apaciguar las críticas de la oposición. 

El propio gobernador, Antonio Bonfatti, admitió la existencia de errores, enfrentó el vendaval de cuestionamientos, aceptó reformular el operativo electoral para las generales y la incorporación de veedores de las distintas fuerzas políticas para que no queden dudas sobre los resultados del 14 de junio. 

Según el mandatario provincial, en Santa Fe "hubo una elección transparente, en Santa Fe no hubo fraude; acá sólo hubo un error de comunicación". Admitió que "el ciento por ciento de las mesas estaban informadas, pero faltaban cargar 571 mesas porque los presidentes de mesa no mandaron el telegrama de escrutinio". 

Al brindar su discurso el pasado viernes ante la asamblea legislativa, Bonfatti reconoció nuevamente que se cometieron "errores durante el escrutinio provisorio, que hemos asumido y nos comprometemos enfáticamente a subsanar" para las generales del 14 de junio. De todos modos, una vez más se encargó de aclarar que "esos errores han sido instrumentales, sin la menor injerencia en la soberana voluntad popular".

Con la premisa de recuperar solidez tras las críticas, el Gobernador dijo que el "compromiso de honor" de su gestión es "garantizar la democracia en su máxima expresión, la transparencia electoral" porque "está en juego el resultado de una elección, pero también la honorabilidad de un gobierno y la calidad de nuestra institucionalidad democrática". Además, aceptó la incorporación de los veedores para las elecciones generales del 14 de junio. 

"La transparencia del proceso electoral es una norma internacional indispensable para garantizar elecciones democráticas. La presencia de observadores electorales nacionales e internacionales en las democracias en desarrollo tiende a conferir credibilidad y legitimidad al proceso electoral y sirve para inhibir actos fraudulentos, especialmente durante la votación", señala un manual de teoría política. "En ciertas democracias maduras, donde hay confianza pública en la imparcialidad y neutralidad de la administración electoral, puede ocurrir que no esté considerada la observación electoral", se agrega. 

Lamentablemente en Santa Fe se produjo un retroceso en las elecciones primarias, por lo que se la figura del observador electoral adquiere nuevamente importancia. En tal sentido, la posibilidad de observar el desarrollo de un comicio "significa la integración deliberada de información relacionada con el proceso electoral y la formulación de juicios informados sobre la conducción de ese proceso partiendo de la información recabada, por personas que no están autorizadas para participar en el proceso y cuya intervención en actividades de mediación o asistencia técnica no debe poner en riesgo sus responsabilidades de observación".

En este sentido, si finalmente se incorpora un equipo de veedores de instituciones y mayor fiscalización de los partidos políticos en el centro de recepción de datos de las mesas, se deberán aceitar los procedimientos para que la dinámica de la información de las mesas no sea objetada y, otra vez, se tropiece con la misma piedra. La planificación de los cambios exigidos se debe realizar desde este mismo momento para que garantizar el triunfo de la transparencia y superar la polémica de las elecciones primarias. 

Autor: REDACCION

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