Con lo justo, Independiente superó 1-0 en la noche del viernes en su visita a Banfield, por la fecha 13 de la Copa de la Liga.
En la primera parte, el ecuatoriano Jhonny Quiñónez marcó de penal el tanto para el conjunto de Carlos Tevez, que con la victoria sueña con conseguir el boleto a los play-offs. Pálida actuación del Taladro, que comienza a despedirse del certamen.
El Rojo tuvo una llegada doble recién sobre el cuarto de hora, pero ni Sporle ni Canelo pudieron romper el cero. Más tarde, el ecuatoriano Quiñónez -reemplazante del capitán Marcone, dado de baja a último momento por estar afectado de dengue- probó con un tiro libre, pero el experimentado Barovero contuvo el fortísimo disparo en la línea y luego el rebote no tuvo mayores consecuencias.
Banfield, demasiado cauteloso, no lograba prosperar y acercarse a la valla defendida por Rey. El juego se tornaba friccionado y algo monótono.
Hasta que a partir de un tiro de esquina desde la izquierda a favor del Rojo, el defensor Quirós tomó de la camiseta a Laso dentro del área hasta hacerlo caer, y el árbitro Fernando Rapallini marcó la pena máxima tras revisar la acción en el VAR.
El penal supuso una papa caliente para Independiente y el que se hizo cargo fue Quiñónez, pura confianza y frialdad para engañar a Barovero y tocar suave a la red. El conjunto de Avellaneda destrababa así un partido chivo y la ventaja lo depositaba provisoriamente entre los cuatro primeros de una Zona A en llamas.
De vuelta de los vestuarios, el conjunto de Falcioni seguía sin ideas y falto de profundidad, al tiempo que el Rojo, aún sabiéndose levemente superior a su anfitrión, no apretaba el acelerador para liquidar el pleito, porque tanto Avalos como Canelo no tuvieron incidencia en el arco de enfrente.
Sobre el final, Rey le sacó un tiro libre a González e Insúa se perdió el empate. Con susto, ganó Independiente y se ilusiona.