La aceleración con la cual viene expandiéndose la economía de Brasil, lo ha llevado en poco tiempo a ocupar el sexto lugar en el mundo, tras desplazar al Reino Unido, a quien se le vino aproximando rápidamente durante 2010. En realidad, para este meteórico ascenso se conjugan además otros factores, ya que incluso Brasil aunque siempre se mantuvo en alza, disminuyó su ritmo en los últimos meses, como son por ejemplo las crisis que afectaron más severamente a Estados Unidos y los países de la Unión Europea, entre estos últimos el Reino Unido, que al dejar de crecer o hacerlo en casi imperceptibles índices, dejó la vía libre al país sudamericano para que se ubique en destacadísima posición dentro del concierto mundial.

Para certificar lo que decimos, recordemos que apenas en 2007 los brasileños lograron superar a la economía de España, y que a comienzos de 2010 hizo lo propio con Italia, para ahora pasar también la línea de Gran Bretaña. El liderazgo mundial continúa siendo de Estados Unidos -a pesar de la interminable crisis que lo agobia-, tal como viene ocurriendo desde después de la segunda guerra mundial, con un PBI de 14,5 billones de dólares, ubicándose segundo China con 5,8 billones, apareciendo luego Japón, Alemania, Francia, Brasil, Gran Bretaña, Italia, India y Rusia, en los diez primeros sitios.

Dentro de esta nueva conformación de la riqueza, sostenida en nuevos factores de producción, se destacan los asiáticos por su alto nivel de competencia en cuanto a la mano de obra, como así también los productores de alimentos, en tanto que los europeos se encuentran en un constante retroceso. En los últimos años se afianzó fuertemente el grupo identificado como BRICS -por las primeras letras de sus nombres- integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, lo cual acentúa la tendencia de crecimiento de los países que hasta hace poco se encontraban en menor nivel de desarrollo que los altamente industrializados.

Según los estudios realizados sobre el comportamiento de la economía mundial en 2012, indican que el crecimiento promedio sería de 2,5 sobre el PBI total -aunque también hay voces más pesimistas que dan cuenta de la mitad de esa cifra-, apareciendo dentro de ese pronóstico como los que más se expandirán China con 7,6% y la India con 6%, mientras que dentro de este contexto Brasil estará en el orden de 2,5%, a tono con el promedio mundial, pero que le alcanzará para sostener el nivel de crecimiento que tuvo estos últimos años.

Sin embargo, aún con el explosivo crecimiento de la economía de Brasil en su conjunto, sus mismas autoridades admiten que todavía se está muy lejos de alcanzar el desarrollo social de los países de Europa, y que se deberán realizar muy fuertes inversiones en ese rubro, pero que aún así demandará un plazo no menor de 20 años para obtener los estándares sociales de los europeos.

Un detalle muy significativo a tener en cuenta es que, según datos del Banco Mundial, el PBI per cápita de Brasil es de 10.900 dólares, significativamente inferior a la Argentina, donde es de 15.250 dólares. Es decir, los brasileños consolidaron mucho más su producción económica, pero tienen un menor nivel de traslado a la población que en nuestro país.

Uno de los factores a los cuales se adjudica preponderante participación en cuanto al afianzamiento de la riqueza en Brasil, es el alto nivel de inversiones extranjeras, que durante 2011 llegaron a la cifra récord de 65.000 millones de dólares. Es que los inversiones priorizan algunos aspectos fundamentales para decidir la elección de los países, como por ejemplo la seguridad jurídica, reglas muy precisas y confiables, estabilidad y continuidad de las políticas, facilidades impositivas y abastecimiento de parte de fuentes de energía seguras.

En cuanto al futuro, medido en diez años, el Centro de Investigaciones de Economía y Negocios con sede en Londres, reveló que además de los mencionados también Rusia y la India se beneficiarán con un sostenido crecimiento de su PBI en la siguiente década, en tanto que asegura que Alemania -hoy en cuarto lugar- bajará al séptimo, Gran Bretaña al octavo y Francia al noveno, resignando posiciones que aprovecharán Rusia y la India para encaramarse en cuarto y quinto puestos, respectivamente. Brasil conservará el sexto en este período que se analiza, pues todo indica que no podrá sostener el nivel de expansión logrado hasta mediados del año pasado.