Sociales

“El teatro es aquí y ahora"

El miércoles 27 de agosto, “La Comedia de Hacer Arte”, de Rosario, presentó para alumnos y docentes de la Escuela “Mario Vecchioli”, dos funciones de la obra “Moreira delivery”.

Silencios, risas, preguntas. En tiempos de celulares y computadoras, en tiempos de “falta de tiempo para...”, el trabajo cuidado, sensible y prolijo, de este grupo, logró captar la atención de los jóvenes y los adultos, y también el respeto y cariño.

Luego de la función en el edificio de calle 9 de Julio, dos alumnas de segundo año del Turno Noche, Daniela Iñiguez y Serena Ernst, dialogaron con Pablo Felitti acerca de su trabajo, sus proyectos, y esas pasiones que nos mueven a actuar…


MOVIMIENTO…

-¿Cómo nace el grupo?

Empecé yo, haciendo teatro con Julio Cejas, y junto a dos compañeros hicimos una obra. Luego empezamos en la Escuela de Teatro y ahí conocimos al resto del grupo. En el ’97 alquilamos una casa en el centro, en Rosario, y empezamos a ensayar, a invitar otros grupos, también editamos una revista. En el ‘99 presentamos la primera obra. Y el desafío sigue siendo el mismo, vivir de esta profesión.

-¿Qué significa “teatro itinerante”?

Itinerante tiene que ver con un deseo y una necesidad. Siempre me gustó viajar, me parece una linda forma de vivir. Y me gusta viajar con un trabajo, no ser turista. Hace catorce años que lo hacemos.

Y es también una necesidad, porque cuesta acercar a la gente a una sala del teatro, entonces salimos a buscarla. Vamos a escuelas, y programamos funciones en salas para todo público.

El teatro itinerante es además la raíz del teatro, porque así nació, con los comediantes que iban de pueblo en pueblo con un carromato. Por eso nuestro grupo se llama “La Comedia de Hacer Arte”.

-¿Qué lugares visitan?

Vamos por todas las provincias. Y actualmente tenemos cinco espectáculos en repertorio. Esta mañana un compañero hizo funciones en Funes (Santa Fe), y otros compañeros están en Tucumán.

Desde 1999 desarrollan un Proyecto Educativo de Teatro, ¿de qué trata?

La idea fue que, a través del lenguaje teatral, tocar contenidos que después se trabajen en el aula. Y el desafío es hacer de eso, una obra para todo público, no sólo para las escuelas. La primera obra fue Rosaura a las Diez.

En esta obra particularmente, la idea era escribir la versión sobre un clásico de la literatura argentina o latinoamericana. Elegí Moreira porque es un clásico, sobre todo para nuestro teatro, ya que es considerada, de hecho, la primera obra que contó con el reconocimiento del público popular, que hasta ese momento nunca había ocurrido.

Se estrenó en 1884. Hasta ese momento se veía teatro en los edificios tradicionales a los que podían ir las familias acomodadas. Se veían óperas, zarzuelas, y “Moreira” fue la primer obra que trató un tema actual y popular. Se estrenó en Chivilcoy, que en ese momento era un pueblo de Buenos Aires, y los espectadores eran gauchos. Hay periodistas que cuentan que cuando a Moreira lo tienen en el cepo, los gauchos se metían en la obra con el facón desenvainado para defenderlo. A ese punto llegaba el grado de identificación del drama del personaje con el público. El gaucho era el marginal de la época.

-¿Con qué otros grupos se vinculan?

En el primer momento nos juntamos y trabajamos con muchos grupos de Europa, organizando seminarios. En este momento, nuestro trabajo tiene que ver con la gestión.

Y desde el año pasado, en Rosario tenemos un espacio propio y una escuela de actores, lo que nos hace estar un poco más quietos también.

La existencia del Instituto Nacional del Teatro nos ayuda muchísimo. Es una institución que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación, pero es autónoma, y ayuda a los grupos del interior del país.

-¿Qué rol juegan las otras artes en la creación de sus obras?

Lo teatral es una manifestación escénica, tiene que haber un escenario y espectadores, en vivo. Y es visual, y auditivo.

En este espectáculo, un artista plástica se encargó del escenario. Ella propuso usar fotos para hacer el escenario, por ejemplo. Una profesora de danza y entrenamiento corporal me ayudó; un músico nos ayudó en los paisajes sonoros y los efectos de sonido. Y en teatro también participa la literatura.

En algún momento se pensó que el teatro desaparecería con la llegada del cine y después de la TV, pero lo que tiene el teatro, y nunca lo van a igualar, es el en vivo, ese aquí y ahora, el cuerpo transpirando.


...JUEGO SIMPLE

Y COMPLEJO

-¿Qué sentís cuando actúas?

Yo también escribo y dirijo teatro; pero lo que más me gusta es actuar. Cuando pasan meses y no actúo me pongo como loco. Particularmente me gusta la comicidad. Como actor, que la gente se ría es lo máximo, es una energía que vuelve, que se retroalimenta; es juego.

Y un juego en serio, convencido. Es creer en eso que se juega, como lo hacen los niños. Es así de simple y así de complejo.

Autor: María Florencia Forni

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web