Editorial

El rol de las MiPymes

Las micro, pequeñas y medianas empresas cumplen un rol protagónico en la economía argentina por sus niveles de producción y en especial en la generación de trabajo, más allá de que existan distintas "bibliotecas" sobre su incidencia real. El debate nunca termina de cerrarse en torno al porcentaje del PBI en el que participan las pymes, tampoco sobre cuánto es el empleo que generan.

Según la Fundación Observatorio PyME, creada entre otros por la Unión Industrial Argentina (UIA), considera en este grupo a las empresas de entre 10 y 200 empleados, y señala que generan alrededor del 51% de los empleos, algo similar a lo que ocurre en los países de ingresos altos (57%). Por su parte, el economista del IERAL Marcos Cohen Arazi consignó que en general las PyMEs se toman en conjunto con las micropymes, de menor cantidad de empleados, por sus similitudes y para facilitar las comparaciones. A partir de los datos del último Censo Nacional Económico de 2004 -recién este año se está realizando un nuevo relevamiento de este tipo a cargo del INDEC-, el especialista calculó que ambos representan el 66% de los empleos, y el 99% de los establecimientos económicos. Otro criterio es el de la Secretaría de Emprendedores y PyMEs de la Nación, que toma la facturación como unidad de medida.

En el Día Internacional de las PyMES, que se celebró el domingo pasado, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) le rindió homenaje a los argentinos que perdieron la vida y a las miles de pequeñas y medianas empresas que cerraron desde el año pasado. El titular de la entidad que representa a 400 mil pymes a través de 1.500 centros comerciales como el de Rafaela y la Región, Gerardo Díaz Beltrán, lanzó una fuerte crítica al sistema financiero e impositivo del país a la vez que llamó a un diálogo entre todos los sectores para resolver los problemas que enfrenta el país. El dirigente lamentó que en Argentina no hemos sido capaces de construir políticas de Estado para las pymes, tenemos que darle sustentabilidad a un sector tan vulnerable.

Por la pandemia, el 51% de las pymes debe impuestos, 34% servicios y el 37% tomó deudas “extras” según un relevamiento realizado por CAME entre el 11 de mayo y el 7 de junio en el que participaron 1.020 pymes del país. La mejora paulatina en la situación económica del país oxigenó a las pymes, pero la mayoría de ellas todavía debe dejar de pagar compromisos o recurrir al financiamiento extra para cubrir sus gastos operativos, sostiene el informe. 

Los resultados de esta medición muestran que, aunque con mejoras, la situación de las Pymes continúa siendo muy delicada y presenta heterogeneidades según el sector de actividad y la región del país donde se desenvuelvan. 

En la misma línea, la Universidad Nacional de Rafaela difundió el domingo un documento en el que resalta que las MiPyMes son protagonistas indiscutibles del entramado productivo en todo el mundo. Y que hoy, el 95 % de las empresas a nivel global pertenecen a este agrupamiento, las cuales representan el 60 % del empleo total y contribuyen con el 35 % del PIB en los países en desarrollo y alrededor del 50 % en países desarrollados, según el Informe de Comercio Mundial 2016. 

En este marco, Rafaela y la región expresan el enorme potencial emprendedor desarrollado históricamente, al que la UNRaf se propone agregar valor a través del conocimiento científico. Según el último Censo industrial de Rafaela correspondiente al 2018, el 98,5% de las empresas rafaelinas se incluyen en las categorías micro, pequeñas y mediana empresas. Aquí, las MiPyMEs agrupan el 42,7% del empleo industrial directo y concentran el 22% de la facturación total de la industria. La estructura industrial tiene un predominio histórico de los sectores alimenticios y metalmecánicos, este último con el 32,8% y el alimenticio con el 29,1%. Estos datos nos ponen orgullosos como comunidad y nos presentan el enorme desafío de avanzar subrayaron desde la casa de altos estudios. 

Pero en este contexto en

particular, resulta necesario visibilizar que el aislamiento social, preventivo

y obligatorio por Covid 19 tanto en el 2020 como en lo transcurrido del 2021,

trajo también como consecuencias inevitables para las MiPyMES, importantes

caídas en las ventas, ruptura en la cadena de pagos, un nivel de endeudamiento

muy alto y costos financieros elevados. Ante estas dificultades, una vez más,

estas empresas reaccionaron en su gran mayoría, con nuevas soluciones para

adaptarse. Muchas aceleraron su proceso de optimización de recursos digitales,

implementaron la modalidad de teletrabajo y se volcaron al comercio electrónico

para mantener su actividad, haciendo un enorme esfuerzo para sostener las

fuentes de trabajo. Una vez más, están resistiendo a las adversidades del

contexto lo que merece un fuerte reconocimiento general, concluye el documento. 

Autor: REDACCION

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