PARIS, 15 (AFP-NA). - El robot Philae usó su taladro
para explorar el suelo del cometa pero no es seguro que tenga
energía suficiente como para sobrevivir y volver a entrar en
contacto con la Tierra, anunció este viernes la Agencia Espacial
Europea (ESA).
"Esperamos volver a tener un contacto esta noche, pero no es
seguro", dijo a la prensa en Darmstadt (Alemania) Stephan Ulamec,
responsable de la empresa aeroespacial alemana DLR que fabricó el
robot de la sonda espacial europea Rosetta.
Sin embargo, horas más tarde el robot Philae envió una señal
que muestra que "sigue vivo", anunció a la AFP el
CNES, la agencia espacial francesa.
"La señal se ha restablecido y los datos científicos llegan
desde el cometa", según un tuit de la Agencia Espacial Europea
(ESA), que temía que el robot se apagara por falta de energía.
"El contacto se ha producido más tarde de lo previsto. Tal vez
me haya movido un poco", señaló Philae en su cuenta de Twitter.
Los científicos ordenarán ahora a Philae que se gire, para que
uno de sus mayores paneles solares reciba más luz.
Desde el miércoles, Philae está posado en la superficie del
cometa de cuatro kilómetros de diámetro 67P/Churyumov-Gerasimenko,
a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra. Funciona
correctamente y envía información sobre el cuerpo celeste, pero se
está quedando sin energía.
El robot del tamaño de un frigorífico-que pesa 100 kilos en la
Tierra y apenas un gramo en el cometa donde casi no existe la
fuerza de gravedad- está repleto de instrumentos de observación,
aunque carece de autonomía de movimiento.
Los cometas son agregados de polvo y hielo primordial,
escombros restantes del proceso de formación del Sistema Solar
ocurrido hace 4.600 millones de años.
Por eso Philae intenta analizar directamente con sus
instrumentos -incluyendo seis cámaras fotográficas, un tomógrafo y
un espectrómetro- el núcleo del cometa y descifrar las claves para
comprender cómo los planetas se formaron alrededor del Sol.
La principal preocupación de los científicos es que, a causa de
la escasa exposición a la luz solar, las horas de vida que tiene
por delante el robot están contadas. Su batería primaria de 60
horas de autonomía ya está casi agotada y sólo la luz del sol
puede revivir al robot.
Desafortunadamente, Philae quedó posado junto a un acantilado
que le hace sombra. "Tenemos apenas 1,5 hora de luz solar en vez
de las 6 o 7 horas previstas", precisó el jueves Koen Geurts, uno
de los responsables de vuelo de ESA. "No es la situación que
buscábamos", admitió.
Los científicos podrían poner a Philae en hibernación mientras
carga su batería con los pocos rayos de luz que le llegan en ese
lugar desesperadamente oscuro. Allí aterrizó el miércoles, fuera
de control, tras rebotar inesperadamente dos veces en la
superficie del cometa.