Las organizaciones ambientalistas advierten, desde hace varios años, que si no se modifican los patrones de producción el cambio climático, que no es otra cosa que el calentamiento global, se profundizará agravando el impacto de las tormentas en el mar y en la tierra. Concretamente, sus consecuencias serían grandes sequías, inundaciones, incremento del nivel del mar y extinción de muchas especies, además de hambrunas, gente desplazada y conflictos potenciales por los recursos. Si bien este discurso fue ganando espacios en la agenda de la gente común, de las empresas y de los gobiernos, aún no ha sido suficiente para impulsar una decidida acción global para frenar este cambio en el clima que repercutirá negativamente sobre la vida.
Nuevos datos que se conocieron esta semana alertan sobre la necesidad de actuar con urgencia. En este sentido, la Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció que los diez primeros meses de 2014 fueron los más calurosos en el planeta desde el comienzo de los registros de temperatura en 1880. Para el período de enero a octubre de este año, la temperatura media en océanos y tierra fue de 10,3 grados, superando en 1,05 grados la media del siglo anterior, agrega el documento difundido el jueves en Estados Unidos.
De acuerdo a la NOAA, "la temperatura media enero-octubre global en la superficie de tierra y océanos fue la más cálida en este período, sobrepasando los récords establecidos en 1998 y 2010". El calentamiento "fue notable a través de una gran área del sur de Sudamérica, las regiones costeras del oeste de Estados Unidos, Extremo Oriente ruso, partes del sur y sureste de Asia, mucho del sur y oeste de Australia y partes de Europa del Sur", expresó la agencia.
Otro dato pesimista que revela el estudio es que octubre fue también el tercer mes consecutivo y el quinto de los seis últimos meses con una temperatura récord sobre el globo. Estas temperaturas más elevadas se tradujeron en un aire más caliente a través de todo el planeta, distribuido de manera igual entre los hemisferios norte y sur. Asimismo, la temperatura global en la superficie del mar fue de 16,51 grados Celsius en octubre, la más alta para este mes y la sexta
subida consecutiva mensual, informó la NOAA. "El calentamiento récord fue observado en partes de las principales cuencas oceánicas. Casi todo el océano Indico tuvo temperaturas cálidas récord o más cálidas que la media", alertó.
Siguiendo con las noticias negativas para el medio ambiente y el clima, el hielo antártico descendió en octubre, terminando así con un semestre de incremento en la región. Estos récords de temperatura se produjeron sin tener en cuenta a la corriente El Niño, que generalmente aparece cada cinco a siete años y ejerce una fuerte influencia sobre el clima mundial.
En este contexto, expertos de clima de la ONU advirtieron que no hay tiempo que perder en la batalla contra el calentamiento global. A comienzos de este mes de noviembre, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU dio a conocer un informe general de síntesis mundial en el que alertó de que la Tierra se dirige actualmente a un incremento de al menos 4ºC para 2100 en relación al nivel de la era preindustrial, lo cual traerá grandes sequías, inundaciones, incremento del nivel del mar y extinción de muchas especies, además de hambrunas, gente desplazada y conflictos potenciales.
Con este escenario tan adverso, no extrañó que el papa Francisco comience a transformarse en uno de los "activistas" por el medio ambiente. El jueves invitó a la comunidad internacional a "cuidar la hermana y madre
Tierra" para evitar su "autodestrucción" y defendió un desarrollo
"ecuánime" que garantice alimentos para todos. Fue ante los asistentes
a la Segunda Conferencia sobre la Nutrición de la Organización de
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se desarrolló en
Roma. "Dios siempre perdona, los hombres a veces, la Tierra nunca",
aseguró en su discurso.
La continua aparición de datos negativos sobre el cambio climático será un insumo que dominará la próxima conferencia sobre el clima de Naciones
Unidas, que se celebrará a principios de diciembre en Lima, y a un
año de otra reunión en París, considerada de vital importancia
para lograr un acuerdo medioambiental a nivel global. El hombre tiene la última palabra.