Editorial

El peor enemigo

La revista científica de origen británico The Lancet, reveló que el alcohol es la droga más peligrosa para los humanos, por un margen muy considerable sobre el resto, incluyendo también a la heroína, el crack, la metanfetamina y la cocaína, que son en ese orden, las ocupantes de los primeros cinco lugares. ¿Saben quién se ubica luego en el sexto lugar? Pues el tabaco, otro de los flagelos de mayor consumo en el mundo entero.
Para arribar a estas conclusiones, las drogas fueron clasificadas sobre la base del daño real que provocan, plano en el cual el alcohol le sacó muchísima ventaja al resto. Dentro de esas características, se eligieron 9 categorías de daño que las drogas causan en los individuos y 7 clases de daños que causan en terceros, tomándose variables en la escala de 100 a 0, surgiendo el puntaje final luego de la combinación de todas las variables.
Algunos de los conceptos esenciales fueron la mortalidad directa e indirecta provocada por el consumo, daño directo o indirecto por esa misma situación, dependencia, discapacidad mental por el consumo, pérdida de percepciones, daño a las relaciones personales, y lesiones. En cuanto a perjuicios a los demás se utilizaron estos rubros: crimen, conflicto familiar, daño al entorno y al conjunto, costo económico y deterioro del conjunto comunitario.
De tal manera, con esos niveles de análisis, el alcohol alcanzó 72 puntos, en tanto que la heroína reunió 55, el crack 54, la mentafetamina 33, la cocaína 27, el tabaco 26, las anfetaminas 23, la marihuana 20, el ácido gamahidroxibutírico 18 y la benzadiazepinas 15, completando los diez primeros lugares.
Si tomamos solamente el daño provocado directamente en el consumidor, la heroína, el crack, la cocaína y la mentafetamina son las drogas más peligrosas, mientras que en cambio las más daniñas cuando es contemplada la variable social, aparecen el alcohol, la heroína y el crack.
Algo que surge en clara evidencia sobre esta perspectiva que se ofrece sobre el consumo de drogas, es que dos drogas legales -a las que también se las identifica como sociales-, como lo son el alcohol y el tabaco, llegan a tener un posicionamiento significativo en su comparación con las ilegales. Ni hablar del alcohol, que es lejos el que mayor daño provoca en las personas, sino también del tabaco, ubicado en sexto puesto en un total de 20 drogas analizadas en tal sentido.
Justamente, el alto consumo de alcohol que se observa en el mundo, es también un fenómeno que ocurre aquí en la Argentina, donde según las estadísticas del INDEC, el 76% de las personas entre 16 y 65 años tiene prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas.
Nuestra ciudad no es ajena a una situación generalizada, sino parte de la misma, siendo el alto consumo de alcohol -y de modo especial en franjas etarias muy bajas- una problemática que aparece en forma constante entre las preocupaciones, de modo especial de los padres.
Es que, existe amplia coincidencia sobre las consecuencias sociales que provoca el elevado consumo de alcohol, ya que se encuentra aceptado socialmente, al extremo que personas en esas condiciones se arriesgan a conducir vehículos, constituyendo uno de los factores que origina gran cantidad de accidentes en todo el país. Justamente en este sentido, el alcohol es muchísimo más perjudicial que la heroína y el crack, ya que quienes consumen estas drogas, seguro que no salen luego a manejar un vehículo.
Otro de los aspectos que influye notablemente para la ubicación del alcohol en el primer lugar, es que se trata de la droga inductoria hacia otro tipo de consumo. Es decir, conforma algo así como la puerta de ingreso a drogas ilícitas, más fuertes y obnubilantes.
Es además el del alcohol un tema que, aunque tenga algunos perfiles sencillos, mucho más complejo de lo que se supone respecto a la masividad de su consumo. En primer lugar se trata de un producto barato y accesible, no es visto como una droga, es legal, y va teniendo una introducción muy fuerte entre los chicos y adolescentes, pues sus padres lo consumen delante de ellos.
Las coincidencias de investigadores sobre el tema son muy amplias en cuanto a la ubicación del alcohol en el primer lugar de las drogas que mayor daño provocan en las personas. Y que además de todas las consecuencias puntadas, generan un muy elevado nivel de dependencia, superior al de muchas otras drogas ilegales.



Autor: Redacción

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