Editorial

El Papa y la región

El próximo lunes llegará a Chile el papa Francisco, y luego desde allí irá a Perú, obviando una vez más la visita que le debe a su propia tierra, a la cual no regresó todavía desde que asumió la jefatura de la Iglesia Católica. Ni siquiera en esta ocasión, aún sobrevolando nuestro suelo, aunque seguramente sus razones tendrá, si bien las mismas sufren alteraciones y van desvirtuándose de acuerdo a los dichos de sus voceros, que se contraponen entre ellos mismos. Aunque bueno, eso será algo que alguna vez deberá dilucidarse, en beneficio de todos.

Esta cercanía del Papa con Latinoamérica, en muchos sentidos además de la visita a punto de iniciarse, tuvo también otra conexión bien reciente por parte de Su Santidad, al abordar el tema de la gravísima situación por la cual atraviesa Venezuela, durante un mensaje pronunciado ante el cuerpo diplomático en El Vaticano integrado por 183 embajadores de igual número de países. En la ocasión alentó por la inmediata convocatoria a elecciones en el país caribeño para de esa manera poner fin a la penosa situación que afronta, a la vez que advirtió sobre la crisis "política y humanitaria cada vez más dramática y sin precedentes".

Frente a los diplomáticos acreditados ante la Santa Sede, el papa Francisco durante casi una hora que se extendió su mensaje, realizó un análisis sobre todos los focos de conflicto que amenazan al mundo, aunque profundizó en particular sobre Venezuela, sosteniendo "pienso especialmente en la querida Venezuela, que está atravesando una crisis política y humanitaria cada vez más dramática y sin precedentes", para ampliar diciendo "la Santa Sede, mientras que exhorta a responder sin demora a las necesidades primarias de la población, desea que se creen las condiciones para que las elecciones previstas durante el año en curso logren dar inicio a la solución de los conflictos existentes, y se pueda mirar al futuro con renovada serenidad".

Los pedidos del Papa sobre la necesidad de implementar el diálogo como instrumento de salida y solución en Venezuela, han sido reiterados durante los últimos tiempos, es decir, desde que el país se encuentra atravesando una crisis que excede todos los límites.

Por su parte la Iglesia venezolana, cuya conducción encabeza monseñor Diego Patrón, ha mantenido una postura mucho más dura y rígida que la del Papa, apuntando directamente a las autoridades del presidente Nicolás Maduro como causante de la situación que ha derivado en algo prácticamente insostenible para la población, acuciada por la falta de alimentos y medicamentos, entre otros elementos de necesidad diaria en un hogar. En este caso, también el obispo Patrón se pronunció por la búsqueda de "un acuerdo creíble, ponderado y realizable" entre el gobierno de Maduro y la oposición, la cual se encuentra dividida.

Durante su mensaje, el Papa recordó la cercanía de la visita a Chile y Perú, pero también su histórica visita a Colombia en septiembre del año pasado, cuando "bendije los esfuerzos y la valentía de ese amado pueblo, marcado por un vivo anhelo de paz tras más de medio siglo de conflicto interno".

Pero además, durante su exposición el Jefe de la Iglesia pidió el "respeto por los derechos humanos" en todo el mundo, condenando como "aberrante" la lógica de la guerra, ya que "un hecho cualquiera imprevisible puede de improviso e inesperadamente provocar el incendio bélico", reiterando lo ya dicho en otras ocasiones, que toda diferencia "debe resolverse no con las armas, sino por medio de las negociaciones". Enfatizó además que "en la era atómica, la guerra no puede ser utilizada como instrumento de justicia".

Tampoco dejó de mencionar Francisco el reclamo por los refugiados, volviendo a instar una vez más a la comunidad internacional para que se hagan todos los esfuerzos para que esas personas tengan la posibilidad de ser alojadas o bien retornar a sus países de origen, no olvidando al continente africano, que sigue castigado y padeciendo penurias su población.

Un amplio repaso sobre situaciones conflictivas que pesan sobre el mundo en estos días, que fueron planteadas con claridad y contundencia ante los diplomáticos de 183 países.

Autor: REDACCION

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