CIUDAD DEL VATICANO, 6 (AFP-NA). - El papa Francisco
aceleró este jueves su ofensiva diplomática contra una
intervención militar en Siria, con una carta al presidente ruso
Vladimir Putin pidiendo al G20 una solución pacífica, y con la
convocatoria de los embajadores en el Vaticano para explicarles su
posición.
"A los dirigentes presentes [en la cumbre del G20, que empieza
este jueves en San Petersburgo], a cada uno de ellos, hago un
llamamiento desde el fondo de mi corazón para que ayuden a
encontrar las vías para superar las posiciones de conflicto y para
que abandonen el vano afán de una solución militar", dijo el papa
en su carta dirigida a Putin en calidad de presidente del G20.
El mismo día, el equivalente del ministro de Relaciones
Exteriores del papa, el francés Dominique Mamberti, junto a altos
responsables de la secretaría de Estado (gobierno) convocaron a
los 71 embajadores ante la Santa Sede para explicarles la
determinación del Vaticano de oponerse a cualquier tipo de
solución militar en Siria.
Estados Unidos y Francia estudian la posibilidad de una acción
militar de castigo por el ataque con armas químicas del pasado 21
de agosto contra la población civil supuestamente ordenado por el
régimen del presidente Bashar al Asad.
Con las consecuencias de la larga guerra en Irak en mente, el
Vaticano y el papa están movilizando en los últimos día con todos
los medios posibles, incluidos las redes sociales, a católicos y
no creyentes para que participen en un jornada de ayuno y oración
contra la guerra que se celebrará el sábado en todo el mundo. El papa presidirá personalmente ese día una vigilia de cuatro
horas en la plaza de San Pedro.