LA HABANA, 20 (AFP-NA). - El papa Francisco inició
este sábado una histórica visita a Cuba, llamando al gobierno
comunista de la isla a una apertura hacia la Iglesia católica y a
Estados Unidos, país que será la segunda etapa de su periplo
americano.
En la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de La Habana,
Francisco instó a Estados Unidos y Cuba a seguir avanzando en el
proceso de normalización de relaciones, tras haber restablecido
lazos diplomáticos el 20 de julio gracias a una mediación secreta
del propio pontífice argentino.
"Desde hace varios meses, estamos siendo testigos de un
acontecimiento que nos llena de esperanza: el proceso de
normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de
distanciamiento", dijo.
"Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por
este camino", declaró el papa ante el presidente Raúl Castro y el
arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, que le recibieron
en el aeropuerto.
"El mundo necesita reconciliación, en esa atmósfera de Tercera
Guerra Mundial, por etapas, que estamos viviendo", añadió
Francisco, quien había declarado a los periodistas durante el
vuelo de 12 horas desde Roma que "el mundo tiene sed de paz".
La mediación de Francisco para el restablecimiento de las
relaciones entre La Habana y Washington era reconocida por las
personas que salieron a saludarle.
"Tenemos la expectativa que Dios nos pueda ayudar y que el
Santo Padre cuando vaya al Congreso de Estados Unidos pueda abogar
por nosotros" para que elimine el embargo económico a Cuba, dijo a
la AFP Yudelkis Geigel, de 32 años, quien aclaró que no era "ni
cristiana ni católica", sino militante comunista.
Francisco, de 78 años, visitará a partir del martes Estados
Unidos, con una agenda que incluye una cita en el Congreso, otra
en la Casa Blanca, y una intervención ante la asamblea general de
Naciones Unidas.
RESPETO POR FIDEL
En sus primeras palabras, Francisco pidió transmitir a Fidel
Castro, líder de la revolución cubana , sus "sentimientos de
especial consideración y respeto".
El papa podría reunirse con Fidel en La Habana, posiblemente el
domingo, en lo que sería un encuentro emblemático entre dos
figuras latinoamericanas de gran envergadura, que además se
formaron con los jesuitas.
Francisco pidió también que la Iglesia en Cuba tenga "los
medios necesarios" para trabajar "con libertad".
"Hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad (con el
gobierno comunista) para que la Iglesia siga acompañando y
alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus
preocupaciones, con libertad y con los medios necesarios para
llevar el anuncio del Reino (de Dios) hasta las periferias
existenciales de la sociedad", dijo.
Tras la bienvenida, Francisco se dirigió a la Nunciatura
Apostólica, situada en el barrio diplomático de Miramar,
recibiendo en su recorrido de 18 kilómetros saludos de miles de
personas que alzaban banderitas cubanas.