JERUSALEN, 27 (AFP-NA). - El papa Francisco concluyó este
lunes una intensa peregrinación de tres días a Tierra Santa
durante la cual instó al diálogo y a la paz en Medio Oriente y
cumplió numerosos gestos emblemáticos.
A las 20H30 locales (17H30 GMT) el papa partió del aeropuerto
Ben Gurion de Tel Aviv a bordo de un avión de la compañía israelí
El Al con destino el aeropuerto de Ciampino, en Roma.
Poco antes, un incendio intencional se declaró en una de las
principales iglesias católicas de Jerusalén, la abadía de la
Dormición, cerca del Cenáculo donde Francisco celebró misa.
Un desconocido que entró en la iglesia quemó un libro y varias
cruces de madera, dijo el portavoz de la abadía, Nikodemus Schnabel.
En su primer viaje a Tierra Santa, el papa argentino cumplió un
recorrido histórico por Jordania, Belén, en Cisjordania, y
Jerusalén para predicar con el ejemplo que el diálogo es el único
camino para lograr la paz.
Pese a que el Vaticano calificó el viaje de simple
"peregrinación", las palabras y sobre todos las acciones de
Francisco, tuvieron impacto político.
Francisco, que pronunció 14 discursos y homilías en tres días,
evitó en general improvisar en ellos como es su costumbre.
El primer papa latinoamericano, conocido por sus gestos y
propuestas novedosas, regresa a Roma con la promesa del presidente
israelí Shimon Peres y el líder palestino Mahmud Abas de reunirse -probablemente el 6 de junio- para orar por la paz en Medio
Oriente bajo la Cúpula de San Pedro.
AUDAZ INICIATIVA
Una audaz iniciativa diplomática del papa argentino para
reactivar las negociaciones entre israelíes y palestinos, en punto
muerto desde el fracaso de abril de una mediación estadounidense.
"La paz es cuestión de fantasía e inspiración. Tu tienes estos
dos elementos. Gracias", le confesó Peres al papa durante el
encuentro privado en el palacio presidencial.
Francisco, que inició su periplo por Jordania, donde visitó el
lugar tradicional del bautismo de Jesús en el río Jordán y pidió
por Siria, se reunió en Cisjordania con líderes palestinos y
escuchó el dolor de la población, llegando a tocar el muro de
separación.
Durante su última jornada, intensa y emocionante, el papa
argentino visitó la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar
sagrado del islam y el Muro de las Lamentaciones, uno de los más
sagrados del judaísmo.
Ante el gran muftí de Jerusalén que lo recibió en la mezquita,
Francisco invitó a cristianos, musulmanes y judíos a ser "agentes
de paz y justicia".
Se dirigió a las personas y comunidades "que se reconocen en
Abraham", es decir en las tres religiones monoteístas.
"Mi peregrinación no sería completa si no incluyera también el
encuentro con las personas y las comunidades que viven en esta
tierra y por eso me alegro de poder estar con ustedes, amigos
musulmanes", dijo el papa al líder religioso musulmán, Mohamed
Hussein.
"Respetémonos y amémonos los unos a los otros como hermanos y
hermanas", concluyó el papa en la tercera y última jornada de su
visita a Tierra Santa.
Luego recorrió un kilómetro para recogerse en silencio varios
minutos ante el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.
El papa apoyó la mano sobre el Muro y dejó un mensaje entre las
piedras, como es tradición entre los judíos.
Francisco fue recibido en ese lugar sagrado por el gran rabino.